Chima Moneke y Trent Forrest son las cabezas (más) visibles del Baskonia 2024-25. Sin embargo, su segundo jugador más valorado, tras el base estadounidense, es Tadas Sedekerkis, un líder cocinado a fuego lento.

El alero lituano, de 27 años y 2,06 metros, ha recorrido un largo camino antes de convertise en importante en el club que le trajo a España con 14 años. En los casi 13 bajo la disciplina azulgrana, ha pasado por cinco cesiones, dos a equipos de su país, el Nevezis y el Neptunas Klaipeda, y el resto a conjuntos españoles, Araberri), Huesca y San Pablo Burgos. La primera en la ahora llamada Segunda FEB. La segunda, en Primera FEB, con final de los playoffs incluida y Goran Huskic como compañero.  

En el equipo castellano estuvo en la temporada 2017-18, bajo las órdenes de Diego Epifanio. Promedió entonces 4,0 puntos y 2,9 rebotes en 11 minutos en cancha. Muy lejos de los 10,6 (fantástico 70,6% en tiros de dos), 6,0, 2,6 asistencias y 16,7 créditos de la presente. En la primera vuelta no pudo enfrentarse a su extécnico en la masacre del Buesa Arena: 114-66, la segunda derrota más amplia de los casi 29 años de vida del Básquet Coruña. 

Tampoco jugó contra el Leyma en la primera vuelta de la 2015-16, donde el Huesca venció en Riazor por 72-76. Sí lo hizo en la segunda, en la derrota por 64-78 ante los de Tito Díaz. Firmó 4 puntos, 2 rebotes y 1 asistencias en 14:29 en pista. 

 
Números al margen, Sedekerskis es un jugador muy rápido para su estatura, buen manejador del balón, estupendo penetrador, con instinto para el rebote a los dos lados de la cancha y buen tirador, a secas, desde larga distancia. Y con un físico de escándalo. Al que Pablo Laso le está sacando más jugo que nadie.