“Esto es el final del hockey sobre patines tal y como lo conocemos”, sentencia Ignacio González. No habla como vicepresidente de la Federación Española que es, sino a título personal, como jugador que fue y aficionado que continúa siendo, incluso como abuelo orgulloso que espera ver a una nueva generación de la familia practicando un deporte que es más que una tradición transmitida de padres a hijos entre los suyos. El excapitán del Dominicos que le dio al hockey gallego su primer título nacional se refiere a la nueva norma que entrará en vigor en Europa el próximo 1 de agosto (en Latinoamerica el 1 de enero) por la que se permitirá jugar con patines en línea a la par que con los tradicionales de cuatro ruedas. Dos deportes diferentes unidos en uno mismo que para el dirigente cree que supondrá, en vez de un avance hacia la globalización, la desaparición del patín clásico. “No será ni en un año ni dos, pero mucho me temo que se los acabará comiendo como ya pasó en patinaje de velocidad”, sentencia.
Para González lo que más sorprende es que esta iniciativa llegue promovida por alguien que lo ha sido todo en el hockey sobre patines como es el argentino Daniel Martinazzo, un mito del Liceo y también en su país. “Hace dos años lo dijo durante un congreso y yo ya me opuse allí mismo, le dije que si era así que sería inventar un deporte completamente nuevo, que tendría que haber el hockey línea, el hockey patines y el hockey mixto”, recuerda el coruñés, al que le sorprende que el bureau de World Skate, presidido por el italiano Sabatino Aracu, haya acelerado la implantación de esta norma, que iba a entrar en vigor dentro de un año, pero ya ha sido aprobada para la próxima temporada (en realidad, para dentro de ocho días) sin haber profundizado qué tipos de patines en línea, porque al igual que los tradicionales hay diferentes modelos (no son los mismos los del hockey que los de patinaje artístico o roller derby, por ejemplo), son los permitidos, los de tres o cuatro ruedas, sus medidas y otras particularidades.
En el punto tres del artículo primero del capítulo número uno (titulado “sobre el juego”) del rulebook publicado en la página de World Skate se dice que “los jugadores utilizan patines con cuatro ruedas colocadas paralelas a lo largo de dos ejes transversales, siendo también autorizado el uso de patines en línea” y lo único que se especifica es que estos tienen que tener “plenas condiciones de seguridad, cubriendo la totalidad del pie”.
En la base de la norma está la intención de abrir el hockey a más países, sobre todo a aquellos en los que los patines en línea tienen más éxito que los tradicionales de cuatro. Pero unos y otros solo se parecen en que se llaman igual, patines, y que tienen ruedas, porque sus características son muy diferentes. La primera es que los que son en línea son más rápidos, por lo que los que utilizaran este tipo de calzado saldrían beneficiados. “En el Mundial del próximo año ya podría haber selecciones como la de Estados Unidos o la de Holanda, por ejemplo, que vayan con patines en línea”, avanza González. Eso sí, el stick seguiría siendo el mismo (el del hockey línea también es diferente, incluso el material), y también la bola (en hockey línea, que se parece más al hockey hielo, usan el disco), por lo que parece poco probable que un jugador de hockey línea se pueda aventurar en la nueva modalidad.
¿Una solución o la muerte? Solo el tiempo podrá dictar sentencia, pero la comunidad de las cuatro ruedas ya está revolucionada e incluso ya hay en marcha una recogida de firmas para pedir que se cambie “esta aberración” e incluso grandes jugadores, como el francés Roberto di Benedetto, actualmente en el Benfica y ex del Liceo, utilizaron sus redes sociales para criticar la norma, que no viene sola.
La temporada 2025-26 llegará con más cambios en el reglamento que obligarán a un tiempo de adaptación cuando empiecen las competiciones tanto para los propios equipos como para los árbitros y sobre todo, para los aficionados. Entre estas destaca la vuelta de las tarjetas amarillas, principalmente para sancionar protestas leves y simulaciones (seguirán existiendo las cartulinas azules y rojas); el cambio en el lanzamiento de los penaltis, que se pueden ejecutar con chut o con jugada; y el valor de las azules, que solo acarrearán una falta directa si la infracción se produce en una ocasión manifiesta de gol mientras que los dos minutos de sanción se tendrán que cumplir con totalidad aunque el equipo en superioridad marque gol.
Las tarjetas amarillas cumplirán prácticamente la labor de las advertencias verbales. Hasta ahora, los entrenadores y los jugadores disponían de ese aviso, sobre todo en las protestas, pero también en las simulaciones o en el caso de los porteros, cuando se adelantaban en la bola parada para intentar parar un penalti o una falta directa. Ahora los árbitros les señalarán con una tarjeta amarilla a modo de recordatorio visual de que a la siguiente vez que repitan estas infracciones tendrán una segunda.
DIRECTAS: Las azules solo acarrean la bola parada si es ocasión manifiesta de gol
Es importante porque en el caso de que la reciba un jugador en pista, equivaldrá a todos los efectos a una azul, con suspensión de dos minutos. Si es a un miembro del banquillo, verá directamente la cartulina roja y no podrá regresar al partido, aunque el equipo no será penalizado con cuatro minutos en inferioridad numérica ni el que recibe la tarjeta recibirá ninguna sanción extra para los siguientes encuentros.
AMARILLA: Castiga protestas leves y dos equivalen a una azul y dos minutos de sanción
Las tarjetas azules también sufren algunas modificaciones porque no siempre supondrán el lanzamiento de una falta directa, solo en el caso de que la jugada en la que se produzca la infracción sea una ocasión manifiesta de gol. En el resto de las ocasiones se reanudará el juego con un libre indirecto. Además, los dos minutos de suspensión (lo mismo que los cuatro de la roja) se cumplirán de forma íntegra. Hasta esta temporada el equipo en inferioridad numérica por haber recibido una tarjeta azul recuperaba al cuarto jugador de pista (no el sancionado, que sí que tenía que permanecer sentado en la silla el tiempo completo) en cuanto recibía un gol. Además, el sancionado no tendrá que sentarse en una silla al lado de la mesa, sino que cumplirá el tiempo sentado en el propio banquillo.
PENALTIS: Se permitirá el chut o la jugada, lo mismo que en las faltas directas
Los penaltis se equiparan con las directas en el sentido de que los jugadores pueden lanzar bien con un chut directo a portería o bien con una jugada con la que intentar superar al meta contrario, que podrá moverse desde el momento en el que el árbitro señale con el silbato el inicio de la jugada.
Por último hay una serie de cambios menores que afectarán menos al juego. Si ya la temporada pasada se introdujo como gran novedad la opción de jugar con el pie (eliminando la infracción por patín) salvo para marcar gol, en esta se añade que el jugador podrá jugar la bola tanto con el stick como con los patines y con “los miembros inferiores de la cintura para abajo, incluyendo la cintura”. Una aclaración para que quede claro que la cintura también vale.
Además, queda prohibida la figura de entrenador-jugador (ya estaba en competiciones internacionales y se extiende a todo tipo de competiciones), se limita el número de personas del cuerpo técnico que pueden estar en el banquillo, además de los jugadores suplentes, a seis (se rebaja de dos delegados a uno), y solo se permite que uno de los integrantes del mismo esté de pie durante el partido (antes eran dos).