El Dominicos 2025-26 se puso ayer en marcha en el pabellón de Monte Alto. El objetivo es “sufrir un poco bastante menos”, bromea Pablo Togores, que el año pasado para mantener la categoría en la OK Plata, cuando tuvieron que esperar a la última jornada de la Liga. Para ello contará con nuevo inquilino en el banquillo además de tres fichajes: Gabriel Villares (Vendrell), Franscesc Asnar (Vendrell) y Pedro García Corrales (CDM), además del juvenil Diego López, que se incorpora de forma habitual a los entrenamientos con el primer equipo. Ilusión y ambición para un nuevo curso que arrancará de forma oficial el 18 de octubre con el Mataró como rival.
Pero para empezar, prudencia. “No tenemos un objetivo marcado porque entiendo que con un entrenador nuevo, aunque vaya a tener una línea continuísta, vengo con ideas nuevas y todo tiene su proceso”, analiza el técnico coruñés. El cambio en el banquillo, como apunta, no es drástico. En realidad, sólo muda el nombre y se mantiene el apellido ya que Togores sustituye en el cargo a su hermano Manuel. “Voy a aprovechar lo que ya se ha demostrado que funcionaba”, reconoce, pero apunta a que él tendrá una filosofía propia. “Básicamente será defender y correr”, dice.
El Dominicos se armará con escudo. “Quiero un equipo valiente y agresivo desde el minuto uno hasta el minuto 50 de los partidos, fiel a una idea y sin mirar el marcador. Unas veces saldrá bien, otras mal, pero prefiero que se desaten y contemporizar menos. Porque además al perfil de jugadores que tenemos creo que les viene mejor”, señala.
La plantilla del año pasado tendrá las bajas del portero Iago López y los jugadores Marcos Vaamonde, Manu Fernández e Iñigo Varela (que ya se marchó mediado el curso pasado). Para suplirles llegaron desde el Vendrell el guardameta Francesc Asnar, todavía en edad júnior, y el coruñés Gabriel Villares, que se unirá a su hermano Tomás, ya en la plantilla. “Yo creo que tenemos calidad para no pasar apuros para mantener la categoría, pero para eso tenemos que aumentar el nivel competitivo fuera de casa y mejorar defensivamente, para lo que creo que nos va a ayudar mucho la llegada de Gabriel”, analiza.
Pero también había esa misma calidad el curso previo y una primera vuelta de cuatro puntos obligó a remontar en la segunda, con suspense hasta la última jornada. “Es el problema de las dinámicas, que a veces la cabeza ya te juega malas pasadas y entras en un bucle que ves fantasmas por todas partes”, valora y, pasado un tiempo y vistos los partidos “más de cien veces”, analiza que “es difícil tener peor suerte que el año pasado”. “Se nos escaparon muchos puntos en los minutos finales. Vendrell fue como el culmen (ganaba 2-3 a 1:20 para la bocina), pero es que a la semana siguiente nos empató el Tordera a falta de cinco segundos y a la siguiente, el SHUM nos marca cuando quedaban. Fueron como 10 ó 12 puntos que se nos fueron en el último minuto. Y eso es muchísimo. No queda otra que mejorar”, avisa.
Los veteranos tiene también que dar un paso al frente, gente como Adrián Candamio, Miguel López o Tomás Villares. “Ya lo dieron el año pasado, también a nivel de vestuario. Hay jugadores con mucha experiencia que tienen que llevar el peso del equipo, pero que a la vez van a saber dejar el hueco para lanzar a los jóvenes y hacer mejores a los compañeros”, dice.
La pretemporada arranca y por delante tendrán ocho semanas con un cargado calendario de amistosos: 13 y 14 de septiembre Dominicos se medirá a Escola Lubiáns y Ordes; el 20 al filial del Liceo; el 27 viajará a Bilbao a un torneo en el que se enfrentará a Jolaseta, CDM y el Merignac francés y la semana previa al inicio de la Liga recibirá a CDM y Alcobendas.