El Liceo acaricia la final tras otra batalla de autor contra el Reus (4-0)
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El Liceo acaricia la final tras otra batalla de autor contra el Reus (4-0)

Los verdiblancos salieron a pista con medio encuentro ganado después de los penaltis del viernes - La derrota hizo mucho daño al Reus y espoleó a un equipo coruñés que en otra exhibición de físico, afronta tres bolas de partido
El Liceo acaricia la final tras otra batalla de autor contra el Reus (4-0)
Xaus, Cervera y Torres celebran un gol | CARLOTA BLANCO

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El Liceo ya está a solo un paso de la final del playoff tras ganar por 4-0 el segundo duelo de las semifinales y dar la puntilla a un Reus que tiene ahora la pelota en su tejado. Los verdiblancos ya saltaron al Palacio con medio partido ganado. Por eso fue tan importante lo del viernes, el golpe del gol en el 5x4 cuando los rojinegros ya saboreaban el primer punto y la victoria final en los penaltis. Esa derrota pesó para los visitantes y fue un trampolín para los locales, que pese al cansancio, manejaron los ritmos a su antojo, funcionaron como un equipo unido sin depender de las individualidades (el Reus echó de menos a Martí Casas) y dejaron de nuevo la portería a cero para confirmación de Martí Serra. El público puso el resto en otra batalla de autor de sello Juan Copa. 

 

 

Era prácticamente imposible mantener el nivel de tensión e intensidad del partido del viernes. Son súper jugadores, casi súper hombres, pero por lo menos los de verde disputaban ya el que era el cuarto partido en nueve días y eso acaba pesando en las piernas y en la cabeza, que sabe que todavía quedan muchas emociones fuertes por delante y que más vale dosificar un poco.

 

Bajaron las pulsaciones, el ritmo de juego, pero los dos equipos buscaban igual la portería contraria, cada uno con sus armas, coincidiendo que las primeras ocasiones llegaron con los interiores, con Bruno Saavedra para los de casa y Maxi Oruste para los de fuera. Al santiagués le tocó luchar desde dentro del área, con menos trabajo exterior, intentando las conexiones por dentro.

 

El Reus cedió descaradamente la bola al Liceo. No le interesaba jugar. Prefería aguantar atrás, esperando al fallo, con ataques rápidos, que acababan con disparos lejanos. Los locales movían y movían la bola y con la entrada de la segunda unidad le metieron una marcha más de velocidad, por lo que el cerco a la portería rojinegra se cercó cada vez más. Ballart salvó hasta tres ocasiones en la misma jugada, tres remates consecutivos. El Liceo estaba mucho más metido.

 

El show de Tato

 

Y el encargado de materializar esa superioridad fue Tato Ferruccio. Cómo se mete al público en el bolsillo. En eso el argentino no tiene rival. Disfruta y hace disfrutar sin necesidad ni de marcar. Ya cuando lo hace es el delirio. El de San Juan disparó con potencia desde fuera del área, como hizo hace unos meses en la eliminatoria de Barcelos, y Ballart no pudo hacer nada. El Liceo se ponía por delante por primera vez en 70 minutos de juego contra el Reus. Y en la celebración, Ferruccio se ganó una reprimenda de los árbitros. Insólito.

 

 

Con la ventaja, y dado que el Reus seguía sin dar intenciones de querer jugar, los verdiblancos se dedicaron a mover la bola e intentar dormir al rival, sin darle opción ni a coger el ritmo ni a pillar transiciones. El Liceo domina a la perfección este arte de jugar a dos velocidades, según le interese en cada momento, acelerando cuando es necesario, pero también poniendo el freno de mano. El 1-0 valía al descanso.

 

El equipo por encima de todo

 

El resultado era corto, pero la sensación era de que el Liceo estaba completamente cómodo. Ballart tuvo que volver a esforzarse para salvar a los suyos mientras Martí Serra vivía bastante más tranquilo ante un Reus demasiado a la expectativa de que a Martí Casas le saliese una de las suyas. Para los de casa era una cuestión de todos para uno y uno para todos. César Carballeira se tiró en plancha a bloquear un tiro. Rozó lo justo para que su equipo recuperara la bola, su compañero de fatigas Dava Torres recorriera la pista de lado a lado, levantara, picara e hiciera el 2-0. Un ejemplo.

 

El partido quedó completamente roto. Al Reus ya no le valía lo que mejor sabe hacer y tenía que salirse del guión. Y eso abrió muchos espacios. Los palos se convirtieron en protagonistas, con tres, dos del Liceo (Ferruccio y Nil Cervera) y uno del Reus (Maxi Oruste) en apenas dos minutos. A la exhibición le puso Jacobo Copa la guinda. Era el único que faltaba sin marcar en el playoff (a excepción de Pablo Cancela, fuera de todas las convocatorias). Y por fin pudo marcar un tanto muy esperado por una dedicatoria pendiente que tenía desde hace unas semanas. 

 

 

El cabreo de Ballart fue legendario. No estaba sentenciado el partido pero casi. Al Reus le quedaba la esperanza de la bola parada, pero Martí Casas tiró la directa por encima de Martí Serra y las opciones visitantes se fueron diluyendo. Más cuando en su décima falta Arnau Xaus batió, en el rechace, a su portero. La eliminatoria viaja a Reus con 2-0. Allí será otro cantar. Pero el Liceo ya se ha ganado la licencia para soñar mientras que por la otra parte del cuadro el Barça también se puso 2-0 frente al Calafell.

Liceo 4 - 0 Reus

Liceo: Martí Serra. César Carballeira, David Torres, Arnau Xaus y Bruno Saavedra -cinco inicial-. Fabrizio Ciocale, Tato Ferruccio, Nil Cervera y Jacobo Copa.

 

Reus: Càndid Ballart, Marc Julià, Guillem Jansà, Maxi Oruste y Martí Casas -cinco inicial-. Joan Salvat, Diego Rojas, Carles Casas y Pol Martínez.

 

Goles: 1-0, m.11: Tato Ferruccio. 2-0, m.30: David Torres. 3-0, m.35: Jacobo Copa. 4-0, m.46: Arnau Xaus.

 

Árbitros: Iván González y Alberto Pérez. Sin tarjetas.

 

Incidencias: Segundo partido de las semifinales del playoff por el título de la OK Liga disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante 2.000 espectadores.

El Liceo acaricia la final tras otra batalla de autor contra el Reus (4-0)

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