Carlos Martínez Pardo (A Coruña, 1996) se proclamó el pasado domingo campeón del mundo de 3x3, un hito sin precedentes en la historia de esta modalidad en España. El gran éxito que no pudo abrazar en sus tiempos de jugador de baloncesto, pese a ser considerado en su momento una brillante promesa; por eso el Baskonia se lo llevó en 2019 de la cantera del Básquet Coruña. Un deporte del que este estupendo jugador de fútbol en su infancia [“No sé si era bueno; marcaba muchos goles, pero es cierto que era más alto que el resto”, confiesa] ya se ha jubilado. Su último club fue precisamente el de su ciudad.
En primer lugar, enhorabuena de nuevo.
Muchas gracias de nuevo (ríe).
El lunes me comentó que todavía no se lo creía. ¿Está ya asimilado?
La verdad es que cada vez un poco más, pero todavía cuesta porque es algo que, aunque no me toque a mí decirlo, es un campeonato muy duro y muy difícil de ganar. Por ejemplo, las chicas [de España], que son referentes a nivel internacional [vigentes campeonas de Europa y subcampeonas olímpicas], en los cinco últimos Mundiales no pasaron de cuartos de final. Como digo, es un torneo muy largo, de muchos días, con muchas sorpresas siempre, porque al final hay muchas eliminatorias y los partidos son de diez minutos. Es todavía complicado de asimilar, y más si ves una publicación de la Federación Española que dice que tenemos tres oros en la historia y aparecen los Gasol y luego nosotros (risas). Vernos al lado de ellos resulta un poco surrealista.
¿Alguna felicitación que le haya sorprendido o hecho ilusión, o ambas cosas?
Todas. Es una locura lo de estos días. Me encantaría poder responder a todo el mundo, o hacerlo más rápido, pero estoy agradecido a todos. La sensación que tengo es un poco la del deber cumplido. Unas palabras que se repiten casi siempre en los mensajes son “te lo mereces”, por eso esto muy agradecido.
España acabó séptima el Preeuropeo, la primera semana junio. No parecía el mejor aval de cara al Mundial. ¿Qué cambió en tan poco tiempo?
Además de llevar un roster diferente hicimos varios ajustes en los sistemas de juego, tanto en ataque como en defensa; y luego, el escenario, la energía, el momentum y creértelo. La sensación es que si nos ponen tres partidos más, seguramente los ganamos, porque estábamos en un momento en que nos salía todo.
La sensación es que si nos ponen tres partidos más, seguramente los ganamos
¿Hubo alguna duda tras la derrota contra Gran Bretaña en la fase grupos?
Bueno... Dudas como tal, no. Ganamos los dos primeros partidos y eso nos dio tranquilidad y nos ponía un pie y medio en la siguiente fase. Los resultados en el segundo día de competición nos harían pasar como terceros, segundos o primeros; determinaría si tendríamos que pasar por los octavos de final [así fue]. Pero estábamos tranquilos porque sabíamos que estábamos jugando bien y el seleccionador nos dijo que teníamos que estar orgullosos y seguir, que ya entrarían. En octavos nos enganchamos al campeonato, nos lo empezamos a creer, día a día, hasta que el último, en cuestión de tres horas, nos colgamos un oro.
En la final se enfrentó a Jonathan Dubas, compañero en el Lausanne. Hubo ‘trolleo’ sano?
No, qué va. Hay el máximo respeto y nos felicitamos mutuamente por haber jugado la final de un Mundial, que es algo que pasa muy pocas veces. Y a muy poca gente.
Usted es el número 82 del mundo, el mejor español en un ranking donde Iván Aurrecoechea [jugador del Granada, de ACB, la última temporada] ni siquiera aparece. ¿Es necesario jugar en un equipo de 3x3?
El Mundial también puntúa, pero no como los torneos más altos [los WT]; puntúa en un nivel nueve sobre diez. Pero más allá del ranking, lo importante es que conseguimos conjuntarnos de la mejor manera posible. Con el roster del Preeuropeo habíamos jugado el Europeo anterior, que salió más o menos bien, aunque este mes de junio no salió tan bien. Pasamos de llorar en el hotel por las derrotas a llorar de alegría en la pista. Ha sido el día y la noche.
¿Cómo funciona, en general, el mundillo del 3x3?
Es parecido al circuito ATP de tenis. Hay ranking mundial de jugadores y de equipos, que disputan el circuito profesional o el amateur. Y, dependiendo de cómo estés en el ranking, accedes a unos torneos o a otros. Para que se entienda mejor, Alcaraz juega directamente los Grand Slam, pero si eres, por ejemplo, el número 150, tienes que jugar otros torneos para poder llegar a uno de Grand Slam. Los torneos de selecciones van por otro lado.
Pasamos de llorar en el hotel por las derrotas a llorar de alegría en la pista
Aunque lleva solo cinco años metido de pleno en el 3x3, ha pasado ya por varios equipos. ¿Son muy distintos las organización, el mercado, etc?
Es un mundo muy diferente al del baloncesto 5x5, que está todo más o menos estructurado, con las ligas, ya sean privadas o de las federaciones. Aquí, tú puedes hacer tu ficha on-line, y una vez que la tienes puedes ir a jugar cualquier torneo y a partir de ahí empezar a puntuar para el ranking. A nivel de cómo se organizan los equipos hay un poco de todo: los hay que son de federaciones que apuestan por entre cuatro y ocho jugadores, que compiten en torneos que puntúan y luego juegan como selección; hay equipos privados; hay jugadores que se lanzan de manera individual y se montan sus proyectos de equipo, con la intención de llegar a la élite... Un poco de todo.
Usted juega en el Lausanne. ¿Es un club privado?
Sí.
¿Pagan bien esos clubes?
Está bien. Los clubes que están arriba en el ranking están lo suficientemente bien, y además hay una parte muy importante en variables. Cada fin de semana, en los torneos World Tour (WT), hay en juego alrededor de 200.000 euros en premios. Volvemos a la comparación con el tenis.
¿De qué manera se reparten esos premios?
Depende del acuerdo que tengas con el club. O cómo lo quieras gestionar si es tu equipo privado. Hay muchos tipos de fórmulas de reparto. Imagino que como hacen los tenistas: su agente, su entrenador, sus fisios... todos se llevarán una parte, supongo.
¿Hay algo necesario para triunfar en 3x3 que no hace falta en 5x5?
El aceptar y poder gestionar que va a haber mucha incertidumbre en el camino.
¿Cómo explicaría, más allá de las más que evidentes, la diferencia que hay entre ambos baloncestos?
El agobio, la rapidez y la agilidad del 3x3 exigen estar muy preparado tanto a nivel mental como físico, por las necesidades anaeróbicas del deporte. Y a nivel técnico hay movimientos y tipos de técnicas que no se utilizan en el baloncesto tradicional. La mayor diferencia es a nivel físico y mental.
Para nada cambiaría el título mundial por el de la ACB o el de la Euroliga
El 5x5 está aparcado definitivamente?
Sí.
¿Cambiaría el título mundial de 3x3 por el de la ACB o la Euroliga?
No. Para nada.
¿Cuáles son sus próximos objetivos?
A nivel de club, seguir escalando puestos en el ranking y jugando las finales mundiales de los World Tour, que lo hemos hecho cada año desde que llegué al Lausanne; y con la selección, seguir disfrutando de este momento; y, a medio plazo, intentar clasificarnos para los próximos Juegos Olímpicos.
¿Cómo de lejos está Los Ángeles 2028?
Mucho, pero después de este título, de lo que hemos conseguido a nivel de equipo y de conjuntarnos, estamos un poco más cerca.
Campeón del mundo y empresario de éxito. ¿Sabría decir de carrerilla a qué se dedican sus nueve empresas?
(Risas). A diferentes áreas dentro del mundo de productos y servicios del mundo del deporte y que hagan un mundo mejor a través de él.
Unas palabras que se repiten casi siempre en los mensajes son "te lo mereces"
¿Se llevan bien los tiempos empresarial y deportivo?
Sí. El tiempo empresarial no me roba tiempo deportivo; no supone ningún sacrificio, es algo que quiero hacer y que me gusta hacer. Es un esfuerzo que hago con mucho gusto y no me cuesta. Tengo gente que me ayuda en los momentos en que hay más carga de competiciones. En la estructura y en la plantilla está todo muy bien delegado. Tenemos un equipazo humano fantástico.
A nivel entrenamiento, ¿en el 3x3 la rutina es tan exigente como en el 5x5, o se entrena menos?
Tenemos una rutina diaria de trabajo muy parecida a la del baloncesto. De marzo a noviembre tenemos competiciones prácticamente cada semana.
¿Siguió la temporada del Básquet Coruña?
No. Nada. La verdad es que no estoy a eso, y entre unas cosas y otras de las que hemos hablado, no tuve tiempo. En 5x5 sigo a algunos amigos y a clubes con los que tengo cierta afinidad, pero tampoco les he podido dedicar demasiado tiempo.