Por Tato Ferruccio, que necesitaba marcar y lo hizo en tres ocasiones. Por Bruno Saavedra, que ha hecho acto de contrición para pasar de un inicio de curso titubeante a reaccionar con carácter y goles, ayer otros dos. Por Juan Copa, que celebró su victoria número 200. Por Dava Torres que se tuvo que quedar en casa, lesionado. Por la propia importancia de los tres puntos en su devenir europeo. El Liceo se dio un baño de autoestima en Europa en su visita al Dinan Quévert, al que superó por 1-6 para firmar su primera victoria de la temporada en la Liga de Campeones.
Sin el capitán, que no viajó por problemas físicos, el entrenador eligió un cinco equilibrado con César Carballeira, Nil Cervera y Fabrizio Ciocale encargados de subir la bola, y Tato Ferruccio como hombre más adelantado. Arnau Xaus se quedaba en el banquillo para darle ese balance a la segunda unidad junto a los jóvenes Bruno Saavedra y Jacobo Copa, que no habían jugado en el anterior encuentro europeo, contra el Oliveirense, por enfermedad.
A los verdiblancos les costó igualar de inicio la intensidad física de los locales, con jugadores corpulentos que iban al choque y que dejaban un recado en cada bloqueo. No creaban., en cambio, excesivo peligro y Martí Serra, otra vez el escogido en detrimento de un Martín Rodríguez que regresaba a Francia, donde había jugado los dos años anteriores, estaba tranquilo. Las aproximaciones coruñesas estaban cargadas de más intención. Y también con más quilates de calidad. Lo demostró Tato Ferruccio para abrir el marcador. Movimiento rápido dentro del área y una envolvente a la bola para despistar al portero local, que no se la esperaba en el primer palo.
El peligro llegó con la azul que recibió Jacobo Copa. El benjamín de la plantilla fue fuerte a por una bola dividida y arrolló a su rival. Por más que protestó, los árbitros no se lo pensaron. Serra detuvo la directa a Corentin Turluer y el Liceo aguantó los dos minutos en inferioridad. Lo único que trastocó la tarjeta fueron los planes de rotaciones de Juan Copa. Iba a salir Bruno Saavedra, lo retrasó para utilizar la velocidad de Fabrizio Ciocale con uno menos en pista.
El santiagués tuvo que esperar para salir a pista, pero aprovechó después su momento, con dos goles en apenas dos minutos. El primero, en transición, a pase de Arnau Xaus. El segundo, tras robar en la salida de la bola del Quévert y resolver con disparo frente al portero. El Liceo encarrilaba una importante victoria para afianzarse entre los cuatro primeros del grupo.
Se complicó a cuatro minutos para el descanso, cuando los árbitros señalaron penalti. Fue a tirarlo Guido Pellizzari, que jugó la segunda parte de la temporada pasada en las filas del Liceo. Antes de tirarlo, se abrazó con su excompañero Martí Serra. Este le detuvo el primer chut, pero después en el rechace ya no pudo hacer nada para evitar lo irremediable. Los dos equipos se iban al descanso con 1-3, pero los franceses además con la amenaza de la novena falta que les llegó poco antes de que terminara la primera parte.
Bruno Saavedra se ganó salir de titular en la segunda parte y respondió siendo un peligro constante. Estaba muy atento a las recuperaciones, a las ayudas, para salir a la contra. Rozó el gol hasta en tres ocasiones tras la vuelta de vestuarios. El Liceo parecía lanzado a sentenciar, sin conformarse con un marcador corto. Lo consiguió en otra transición en la que Arnau Xaus falló el primer remate, pero no César Carballeira, que venía atento por detrás.
El capitán lo celebraba con rabia. El Liceo estaba dejando su sello y si el triunfo no era claro, aún llegaría un quinto gol. El Quévert aguantaba con nueve faltas, pero resultaba casi un milagro que no llegara a la décima. Cuando esta fue pitada, se acercó Ferruccio al punto de la directa. Para él ya no era asunto de dejar sentenciado el partido. Para él era una cuestión personal, la de demostrarse a sí mismo que vino aquí para marcar goles y que estos tenían que llegar. El argentino no optó por la jugada. Había fallado unas cuantas así esta temporada. Arrastró y tiró, un gesto efectuado con tal velocidad que fue imposible ver salir la bola del stick para el portero.
Con el 1-5 el Liceo solo tenía que dejar pasar los minutos dedicándose a defender y esperar que algún robo le abría una ventaja hacia la portería rival. Muy superior, Serra apenas tuvo trabajo, aunque respondió en las ocasiones en las que los francesas lograban vencer a la defensa liceísta. Muy superior, la goleada pudo ser escandalosa pero finalmente solo añadió un gol más a su marcador. Ferruccio se quedó solo frente al portero y transformó en el uno para uno.
Tres puntos para el Liceo, primera victoria en esta nueva Liga de Campeones en la que lleva también un empate (Oliveirense) y una derrota (Trissino). Un paso hacia la clasificación para cuartos que tendrá que completarlo dentro de una semana en Portugal en su visita al Valongo. Objetivo, los cuartos de final.
Quévert 1 - 6 Liceo |
Dinan Quévert: Bautista Acevedo, Guido Pellizzari, Tomás Cardoso, Corentin Turluer y Quentin Povedin -cinco inicial-. Facundo Almiñana, Roman Ricaille, Arthur Landrin y Matteo Garcia.
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Liceo: Martí Serra. César Carballeira, Nil Cervera, Fabrizio Ciocale y Tato Ferruccio -cinco inicial-. Arnau Xaus, Jacobo Copa y Bruno Saavedra.
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Goles: 0-1, min.7: Tato Ferruccio. 0-2, min.15: Bruno Saavedra. 0-3, min.17: Bruno Saavedra. 1-3, min.21: Guido Pellizzari. 1-4, min.29: César Carballeira. 1-5, min.34: Tato Ferruccio, de falta directa. 1-6, min.45: Tato Ferruccio.
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Árbitros: Carlos Correia y Manuel Oliveira (Portugal). Azul a Jacobo Copa.
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Incidencias: Tercera jornada de la Liga de Campeones en el Salle Nemee.
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