El delantero Vitor Roque buscará en el Betis los minutos y la confianza que le han faltado en el Barcelona, club por el que fichó el curso pasado como una de las grandes promesas del fútbol brasileño, pero en el no convenció al destituido Xavi Hernández ni al actual entrenador, Hansi Flick.

'Tigrinho', como es apodado el jugador de 19 años en su Brasil natal, jugará la próxima temporada en la entidad verdiblanca en calidad de cedido, según anunciaron este lunes ambos clubes, y el Betis se reservará una futuro derecho de compra.

El joven futbolista espera encontrar la continuidad que hasta ahora le ha faltado en su primera experiencia europea, ya que en el medio curso con Xavi su papel fue testimonial, mientras que el Barça confía en que Roque crezca lejos de Barcelona y justifique la importante apuesta realizada hace apenas un año.

En el contexto de la delicada situación económica del Barça, que sigue sin poder inscribir jugadores con normalidad y obligado a vender, el club catalán invirtió 30 millones de euros en el fichaje de 'Tigrinho', cantidad que podría aumentar en 31 millones más si se cumplen ciertas variables.

El brasileño firmó un contrato de ocho temporadas -hasta el 30 de junio de 2031-, con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros, y su incorporación procedente del Athletico Paranaense no estaba prevista hasta este verano.

Sin embargo, la falta de gol del equipo y la lesión de larga duración de Pablo Páez Gavira 'Gavi' adelantaron seis meses su llegada a la Ciudad Condal, que se produjo en el mercado invernal, acompañada de una gran expectación mediática.

Durante su presentación oficial, Roque aseguró que cumplía "un sueño" al fichar por el Barça, y este optimismo inicial se vio alimentado con goles, pues el brasileño marcó de forma consecutiva en las victorias frente al Osasuna (1-0) y el Alavés (1-3), en ambas ocasiones saliendo como revulsivo desde el banquillo.

Sin embargo, la participación del atacante, que venía de firmar 28 goles y 11 asistencias en 81 encuentros con el Athletico Paranaense, menguó con el paso de las semanas. En total, Xavi le dio 353 minutos repartidos en 16 partidos -solo dos de titular y ninguno completo-, y 'Tiguinho' no pasó de los dos tantos.

La falta de confianza del técnico quedó patente en los partidos más importantes de la temporada, ya que Roque no debutó en la Liga de Campeones ni en la Supercopa de España, ni tampoco participó en los encuentros más decisivos de la Liga, como las derrotas contra el Real Madrid (3-2) y el Girona (4-2), ni en la eliminatoria de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Athletic (4-2).

Con Robert Lewandowski asentado en punta, 'Tigrinho' jugó sobre todo escorado a la banda izquierda, posición que puede ocupar sin ser su demarcación natural. Sin apenas tiempo de adaptación, afloraron más sus defectos, como la falta de finura y de capacidad asociativa, que sus virtudes, como la potencia y el desmarque.

Asimismo, el cambio de guardia en el banquillo azulgrana no mejoró la situación del atacante. Fue titular y disputó 46 minutos en el primer amistoso de la pretemporada contra el Manchester City, pero frente al Real Madrid y el Milan no pasó del cuarto de hora, y ya se quedó fuera de la convocatoria en el Trofeo Joan Gamper y en el estreno liguero frente al Valencia.

Roque, sin dorsal desde que el club le quitó el '19' para dárselo a Lamine Yamal, vio cómo la competencia en el último tercio de campo crecía este verano con los fichajes de Dani Olmo, el refuerzo estrella del curso, y Pau Víctor, la sensación de la pretemporada, ambos por delante suyo en las preferencias de Flick.

La cesión al Betis, donde estará a las órdenes del entrenador chileno Manuel Pellegrini, supondrá una nueva oportunidad para que 'Tigrinho' relance su carrera y desarrolle el potencial que demostró al despuntar en el fútbol brasileño.