La salida de Gonzalo Crettaz rumbo al NEC Nimega de la Eredivisie ha dejado una última curiosidad en el seno del Castellón. El portero hispanoargentino coincidirá de nuevo con Dick Schreuder, el entrenador que en su día albergó dudas sobre su fichaje. Así lo desveló en redes sociales Haralabos ‘Bob’ Voulgaris, presidente del club albinegro, al recordar cómo se gestó la apuesta inicial por el guardameta en 2023, una decisión que estuvo marcada por el uso del análisis de datos.

Según el relato compartido por Voulgaris en la red social X (antes Twitter), tras aquella pretemporada previa al curso del ascenso, el cuerpo técnico del Castellón, con Schreuder a la cabeza, expresó sus reservas respecto a Crettaz. El portero, que venía de un año difícil en la UD Logroñés, no dejó buenas sensaciones en los primeros entrenamientos y partidos estivales. “¿Estás seguro? Esto nos va a costar el ascenso”, habría advertido el técnico neerlandés, según cita el presidente, que reitera que el entrenador estaba “casi en pánico”.

El debate interno llegó a tal punto que se valoró la opción de acudir al mercado para incorporar otro guardameta de la MLS. Sin embargo, Voulgaris, fiel defensor del big data, decidió mantener la apuesta inicial tras revisar las estadísticas acumuladas de Crettaz, las mismas que habían llevado al club a situarlo en su lista de candidatos meses antes. “Sus números seguían siendo sólidos. No había comparación posible”, explicó el dirigente en su publicación.

Crettaz, nacido en Buenos Aires pero afincado en España desde su infancia, acababa de vivir un descenso con la UD Logroñés. Pese a ello, el Castellón consideró que su perfil encajaba en la idea de juego que quería implantar Schreuder: un portero con capacidad para asumir riesgos, atento a las coberturas, solvente en el uno contra uno y con buen juego de pies.

El tiempo dio la razón a quienes defendieron su fichaje. En la temporada 2023-24, Crettaz disputó 37 de los 38 partidos de liga regular en Primera RFEF y fue pieza clave en el ascenso a Segunda. Su actuación más recordada llegó en Murcia, en la penúltima jornada, cuando detuvo un penalti a Pedro León en el minuto 90+9 que selló virtualmente el salto de categoría.

Ya en Segunda, en el curso 2024-25, volvió a ser indiscutible: 40 partidos disputados (39 como titular), en los que contribuyó a la permanencia del equipo con solvencia. Su despedida de Castalia fue una de las imágenes emotivas de la temporada. En el último partido de liga, ante el Zaragoza, saltó al campo en los minutos finales para recibir la ovación de la grada, que coreó su nombre pidiéndole que se quedara.

El mensaje de Voulgaris en X ha reabierto la historia del fichaje de Crettaz como ejemplo de las tensiones habituales entre la intuición de los técnicos y las herramientas de análisis de datos que cada vez tienen más peso en la toma de decisiones deportivas. “Los entrenadores reaccionaban a algunos entrenamientos y a un puñado de partidos de pretemporada. A los humanos nos encanta contarnos historias para entender pequeñas muestras. Pero teníamos suficientes datos. Gonzalo nos iba a venir bien. Estaba seguro. Cerré el portátil, dormí unas horas y al día siguiente le dije al entrenador: ‘Tenemos suficientes datos. Es lo suficientemente bueno’”, desarrolla el presidente.

El destino ha querido que, dos años después de aquellas dudas iniciales, siempre según las palabras de Voulgaris, Schreuder vuelva a apostar por Crettaz en su nuevo proyecto en los Países Bajos. El guardameta de 25 años se incorporó al NEC Nimega para iniciar un nuevo reto en la Eredivisie.

En Castellón, su etapa ha dejado huella: dos temporadas completas, un ascenso y una permanencia en Segunda División. 79 partidos oficiales, más de 7.000 minutos y un penalti decisivo que ya forma parte de la historia reciente del club. Una trayectoria que comenzó envuelta en dudas y terminó convertida en certeza.