El Deportivo encadena siete victorias consecutivas y sus últimos cinco partidos finalizaron en goleada. El equipo coruñés ya es líder tras una metamorfosis en la que, pese a la contundencia de algunos marcadores, ha atravesado momentos delicados en los que ha sido capaz de superar contratiempos y obstáculos gracias a su versatilidad y al talento tanto colectivo como individual. Si aparece un problema, el Depor se las arregla para encontrar solución y girar el partido a su favor.
En la vigente racha triunfal, con victorias ante Ponferradina (2-0), Celta Fortuna (1-2) Fuenlabrada (4-1), SD Logroñés (0-5), Tarazona (4-1), Osasuna Promesas (0-4) y Lugo (4-1), el equipo de Imanol Idiakez ha ido perfeccionando unos mecanismos que le han permitido salir indemne de los intentos de encerrona de sus rivales.
Después de la derrota del pasado 14 de enero en el Reino de León ante la Cultural Leonesa (1-0), el técnico vasco decidió modificar el sistema y realizar varios ajustes que han extraído de forma progresiva un rendimiento casi óptimo de todas las piezas.
El regreso al doble pivote, con José Ángel y Diego Villares de la medular, fue la decisión más notoria pero vino acompañado de una serie de matices que comparten importancia en este ‘Depor 2.0’. En defensa, el equipo generalmente se estructura en un 1-4-4-2 con Lucas Pérez y el punta (Davo en primer lugar y Barbero en los últimos partidos) como primera línea de presión, mientras que el Depor muta en ataque.
Salvo modificaciones puntuales, el equipo coruñés monta su salida de balón con tres defensas, centrando a uno de sus laterales (Jaime o Ximo), y las bandas quedan ocupadas por un Balenziaga que toma algo de altura y un Mella que es un puñal por la derecha. Yeremay ha ido abandonando la banda izquierda para centrar su posición juntándose con Lucas en tres cuartos, mientras que José Ángel y Villares se reparten las alturas y las funciones en la sala de maquinas.
Un engranaje susceptible de cambios que ha servido de red cuando el Depor ha atravesado dificultades en los últimos duelos. En esos momentos siempre ha aparecido uno o varios de estos factores para inclinar de nuevo la balanza: la mano de Idiakez, la actitud y el orgullo del equipo o la interpretación de los propios jugadores sobre el campo, tanto de forma colectiva como con actuaciones individuales sobresalientes.
A continuación, un breve repaso de los contratiempos, obstáculos y dificultades que ha logrado solucionar el Deportivo en los últimos cinco triunfos consecutivos:
Jornada 20: Deportivo-Ponferrada (2-0).Día 1 de la nueva estructura: El Depor tenía que reponerse a la derrota sufrida en León y a las tres bajas que presentaba en la que era su defensa titular en ese momento (Paris, Balenziaga y Pablo Martínez). Además, la sombra de la duda se cernía sobre un trivote que no acababa de funcionar. Ante tal panorama, Idiakez regresó al doble pivote sentando a Salva Sevilla y reorganizó la defensa con Jaime y Ximo en los laterales y Barcia junto a Pablo Vázquez en el eje de la zaga. El equipo se organizó en defensa en un 1-4-4-2 y en ataque formó en salida de balón con tres centrales. Fue el inicio del sistema que ha ido perfeccionando el Depor en los últimos partidos con Mella pegado a la banda derecha y Yeremay con libertad para jugar por dentro. Además, el equipo no acusó el golpe de León y fue capaz de dejar a Mella en ventaja para encarar en multitud de ocasiones. Actuación redonda.
Jornada 21: Celta Fortuna-Deportivo (1-2). Presión ineficaz, partido en el alambre: El duelo en Balaídos ha sido quizá el más igualado de toda la racha de siete victorias seguidas. El partido estuvo en el alambre durante muchas fases y pudo caer para cualquier lado. El Celta Fortuna fue capaz de superar una y otra vez la presión descoordinada del Depor y se plantaba en tres cuartos en situaciones límite para los defensas blanquiazules. Además, el equipo coruñés estuvo especialmente desafortunado en el juego directo, en defensa y en ataque. No quedaba otra que modificar la idea que había funcionado ante la Ponferradina. El Depor se compactó y juntó líneas tras el descanso y supo aguantar cuando no tenía el cuero hasta que una acción a balón parado desequilibró el choque. Partido de puro oficio y sin brillo ante un rival que puso a los blanquiazules en serios aprietos.
Jornada 22: Deportivo-Fuenlabrada (4-1). Más de una hora de partido en inferioridad numérica: Después de un inicio apabullante en el que el Depor se puso 2-0, Davo fue expulsado por roja directa cuando quedaba más de una hora de partido. El equipo coruñés, que según los datos es el mejor de la categoría en situaciones de inferioridad numérica, volvió a juntar líneas y se ordenó en un 1-4-4-1 con Lucas en punta. No obstante, la posición de José Ángel, que alternó su altura metiéndose entre centrales o saltando a la presión dependiendo de la situación, fue clave para un Depor que, además, no tuvo miedo de salir a la contra con convicción a pesar de tener un jugador menos. Así mató el partido ante un rival al que dejó sin recursos.
Jornada 23: SD Logroñés-Deportivo (0-5). Exprimir las facilidades que dio el rival: El encuentro en Las Gaunas fue el más desequilibrado de la racha de siete victorias seguidas. Por mérito del Depor y también por demérito claro de la SD Logroñés, que se organizó en un 1-4-4-2 en rombo que permitió a Mella encarar sin parar a su par (Paredes) y a Yeremay y Lucas jugar a sus anchas a los costados del pivote. En esta ocasión apenas hubo dificultades pero aun así el Depor se encargó de plasmar en el marcador la gran diferencia existente sobre el campo.
Jornada 24: Deportivo-Tarazona (4-1). Yeremay contra el buen planteamiento rival: El Tarazona sorprendió al Depor con su planteamiento inicial, que formó con cinco defensas pero fue arriba a presionar emparejando a varios de sus jugadores con futbolistas blanquiazules. José Ángel y Villares estuvieron bien tapados por los interiores Keita y Álex Gil, mientras que Ximo Navarro y Mella, otras dos de las fórmulas del cuadro coruñés para avanzar, también contaron con una vigilancia especial. En ese contexto, el Depor necesitaba una vía de escape y Yeremay levantó la mano. El ‘10’ apareció por dentro y demostró su capacidad para superar adversarios y hacer que el rival retrocediese. El canario sacó todo su repertorio de controles orientados, fintas y regates, en ocasiones todo a la vez, para atraer contrincantes y desbloquear vigilancias. Con el Depor ya más suelto apareció Mella para romper el partido con una de sus cabalgadas y, cuando el choque se volvió a poner complicado con el 2-1, Pablo Vázquez y el balón parado volvieron a rescatar a los blanquiazules.
Jornada 25: Osasuna Promesas-Deportivo (0-4). Baja de Pablo Martínez y campo encharcado: La intensa lluvia caída en Tajonar parecía que iba a complicar un partido de esos que parecen hechos para jugadores como Pablo Martínez, que precisamente causaba baja, pero el Depor solventó el choque por la vía rápida antes de que el césped se encharcase. Lucas fue clave con dos pases previos a los dos primeros goles, Ximo también contó con un rol importante atreviéndose a trazar desmarques por dentro y Barbero estuvo espléndido en la finalización. Actuación coral.
Jornada 26: Deportivo-Lugo (4-1): El Lugo, convertido de valiente a suicida: El Deportivo sufrió en los primeros minutos del duelo gallego ante el Lugo. El equipo de Trashorras se mostró valiente en salida de balón ante una de las presiones más atrevidas del Depor en los últimos encuentros. El equipo lucense consiguió avanzar en esos primeros compases e hizo daño por banda derecha con Carlos Julio y Nacho Quintana contra Balenziaga. Además, el ‘show’ del árbitro Román Román, que expulsó a Idiakez y encendió a Lucas, contribuyó a un desquiciamiento casi generalizado en el estadio de Riazor que parecía beneficiar al Lugo. Pero no fue así. A partir de ahí, Yeremay volvió a erigirse en la mejor baza del Depor para inclinar el campo y además Lucas sacó a relucir su zurda para participar en todos los goles blanquiazules. Además, el Depor aguantó los minutos posteriores al 2-1, de cierta incertidumbre, y supo ajustar su presión en la segunda mitad. Lo que al inicio era un problema para el equipo coruñés se convirtió en un suplicio para el Lugo.