Óscar Gilsanz elige confiar en el proceso
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Óscar Gilsanz elige confiar en el proceso

El técnico se muestra tranquilo con su futuro y respeta los plazos del club para decidir sobre el banquillo
Óscar Gilsanz elige confiar en el proceso
Óscar Gilsanz, dando instrucciones en un partido de Riazor esta temporada | QUINTANA

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Continúa la calma tensa, al menos de puertas para fuera, entre el Deportivo y Óscar Gilsanz. O para ser más precisos, en lo que respecta a la continuidad de un técnico deportivista que está a menos de mes y medio de que su contrato expire. Sin nada en juego a nivel clasificatorio y con la oportunidad de avanzar en la planificación del próximo curso, la sensación es que el club blanquiazul se enreda en malabarismos para no confirmar al betanceiro como apuesta por el banquillo o, en todo caso, apostando por un cambio de rumbo que permita pasar página con todas las consecuencias.


Como ha hecho siempre, el entrenador se muestra tranquilo y respeta, como hombre del club, el proceso. “Poco importa mi percepción. No es significativa. Siempre digo lo mismo. Estoy tranquilo. Sé que hay que ir respetando los plazos que se vayan marcando respecto a la toma de decisiones y no hay más cera que la que arde. Estoy tranquilo, porque también creo que mi función es tratar de seguir sacando lo mejor del equipo en estos partidos. Es lo que me centra ahora y poco a poco la situación se irá desarrollando”.

 

“La comunicación con la dirección deportiva es prácticamente diaria”


En todo caso, lo que sí ha querido destacar Gilsanz antes de recibir a un Granada que sí tiene muchas cosas en juego, es que el contacto con Fernando Soriano es constante. “Realmente la comunicación con la dirección deportiva, ya no de ahora, de siempre, es prácticamente diaria. Trabajamos todo el día aquí en Abegondo, siempre hablamos y hablamos en base a futuro en algunas cosas para saber puntos de vista. Hasta ahí puedo contar, no hay más”.


Con este panorama por delante, el preparador de Betanzos se centra en seguir sumando méritos donde nadie puede negárselos: en el terreno de juego. “Todos somos profesionales y sabemos que independientemente de los objetivos grupales en la clasificación, está la capacidad que tenemos para competir. No entiendo el fútbol sin competir, seguimos exigiendo a los jugadores lo máximo cada día, en cada entrenamiento. Además, jugar en Riazor ya es suficiente motivación para todos, para dar lo mejor de cada uno. La competición no es solo competir contra el rival, es hacerlo también contra nosotros mismos para sacar nuestra mejor versión. Es lo que les pedimos. Los partidos que quedan son importantes. Hemos sido competitivos y queremos seguir siéndolo”.

 

 

Momento Patiño


En lo que se refiere estrictamente al encuentro, Gilsanz confirmó las bajas que vienen siendo habituales en las últimas jornadas y continúa pendiente de Yeremay. Aunque la gran incógnita está en el centro del campo. La baja de José Ángel ha abierto la puerta a la entrada de otros mediocentros y el primer elegido fue Genreau. “Es un jugador muy diferente (a José Ángel). Incluso en la posición. José da equilibrio en fase de inicio, mientras que Denis es un jugador más ‘8’ o ‘10’. Un segundo mediocentro que tiene mucho trabajo, pero no es eminentemente defensivo. Tiene capacidad para jugar más arriba, más entre mediocampo y mediapunta. Aporta ruptura desde segunda línea como vimos en el gol de Santander. En Gijón creíamos en esa capacidad para tener el balón por dentro con él, Villares y Soriano y poder atacar, pero eso nos hizo perder equilibrio, capacidad en la transición. Aunque creo que fue una situación más de plan de partido que de los jugadores elegidos”.

 

“Quizá sea un buen momento para ver la calidad y la capacidad de Charlie Patiño”


Confirmando con sus propias palabras que no es un “sustituto natural para José Ángel”, quizá esta tarde sea el turno para un nuevo candidato que acompañe a Villares. Y ahí el nombre que se le viene a la cabeza a todo el deportivismo es el de Charlie Patiño. “Ya hablé el otro día un poco de Charlie. Su situación, como la de muchos jugadores jóvenes, va más allá de lo puramente futbolístico. Tiene mucha calidad, una proyección importante, pero se encontró con un entorno diferente, una liga diferente, un fútbol diferente y un rol en el equipo diferente. A un jugador tan joven le cuesta adaptarse a esta situación. Eso va haciendo que cada vez tengan menos protagonismo, que no jueguen y no tengan confianza suficiente. Es algo que no se piensa de jugadores jóvenes, pero va generando una situación que no pone fácil que alcance su mejor rendimiento. Lo vemos todas las semanas, va mejorando, elevando su rol y quizá sea un buen momento para ver su calidad, su capacidad. Todos tenemos claro la capacidad que tiene, simplemente hace falta esa vuelta de tuerca para que sea capaz de mostrar su mejor versión desde la tranquilidad”.

 

 

Deuda con Riazor


Con todos estos condicionantes, Gilsanz espera devolver en esta recta final de Liga todo lo que durante la temporada les ha costado tanto en Riazor. “En general, el protagonismo de nuestra gente es capital en cada partido. Cada vez que jugamos en casa, la aportación de la afición es decisiva. La motivación cuando nos toca jugar aquí es siempre máxima y lo hablamos siempre en el cuerpo técnico. Todos estamos deseando llegar a Riazor y tener las buenas sensaciones que este año no siempre hemos podido tener. Es un buen momento para refrendar todo esto con dos buenos partidos ante nuestra gente y que la afición pueda disfrutar con su equipo como merece”. 

 

 Recuerdos del título en el 25 aniversario

“Celebré la Liga cada fin de semana hasta que empezó la siguiente”

Óscar Gilsanz apartó por un momento la mente del encuentro de esta tarde ante el Granada para viajar 25 años atrás. A unos días de que se cumpla un cuarto de siglo del título de Liga que el Deportivo consiguió en la temporada 1999-00, el técnico blanquiazul recordó cómo vivió en primera persona aquel encuentro con el Espanyol y la fiesta posterior que, según reconoce, en su caso se prolongó mucho más allá de aquel fin de semana... y del propio mes de mayo. 
Por supuesto, el técnico estuvo presente en el campo. “No hay un solo deportivista que no recuerde qué hacía y dónde estaba ese día. Yo estaba en el estadio. Veníamos de engalanar el local que teníamos en Betanzos en aquel momento. Recuerdo venir a A Coruña con un amigo deportivista y otro que no lo era. Recordaré siempre una frase que me dijo. ‘No me puedo creer que estemos yendo a Riazor para ver al Deportivo ser campeón de Liga’. Y recuerdo la celebración, una de las más largas. Porque no fue solo ese día. En A Coruña y también en Betanzos se celebró todos los fines de semana hasta que comenzó la temporada siguiente. Es lo que nos hizo eternos”.
Lo que probablemente no se imaginaba aquel joven Gilsanz era que 25 años después él mismo sería el protagonista de una nueva peña deportivista gracias a su gran trabajo al frente del banquillo deportivista. Después de varios meses de preparativos, hace unos días se inauguró de forma oficial la agrupación deportivista ‘Óscar Gilsanz’ en su Betanzos natal. El técnico no ocultó su orgullo. “Este tipo de reconocimientos, sobre todo cuando se hacen en casa, te hacen sentir orgulloso y satisfecho de la gente que te acompaña en el día a día desde hace muchos años. Rodeado de mi familia, de mis amigos y de mis vecinos fue un momento bonito para mí”. La peña nace también con espíritu reivindicativo, según apuntan sus integrantes, y con un mensaje claro para que desde el club herculino se valore a la gente de la casa.

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