Vaya por delante que en esto del fútbol nadie, ni el más entendido en la materia, tiene una varita mágica en esto de las planificaciones de la temporada. Es cierto que si tienes dinero todo es mucho más fácil. Pones más pasta que nadie y te llevas a tus primeras opciones. Pero ni aun así esto es garantía de éxito. Aunque se le acerca bastante, que duda cabe. Pero, en general, lo importante es saber qué necesitas y las posibilidades que tienes. Y si no puedes acceder a tu primera opción no pasa nada, vas a por la siguiente y procurando no acabar fichando la quinta o sexta opción, que decía Fernando Vázquez en 2014, porque igual no es eso lo que necesitas y para eso mejor te quedas con lo que ya tienes.

Viene todo esto a cuento porque parece que este año la dirección deportiva se ha movido con celeridad y cuando aún faltan dos semanas para iniciar la liga el equipo está casi hecho. Posiblemente falte alguien arriba que supla la baja de Barbero, pero lo demás está todo hecho. El año pasado, al inicio de agosto sólo habían llegado Chacón (que luego se iría cedido), Petxa y Escudero. Mfulu llegó el día 5, Helton el 12. Los demás llegaron con la liga ya iniciada: Obrador el día 21 y porque se había lesionado Escudero, Patiño no llegó hasta el 26, Bouldini fue fichado el 29, con su pretemporada hecha pero con otro equipo, otro esquema, otro grupo de trabajo y otro todo, Gauto llegó al cierre de mercado y Cristian Herrera llegó buscando en el outlet de agentes libres cuando ya se había cerrado el plazo de fichajes. La consecuencia de esto ya la vimos: casi ninguno fue titular indiscutible. Escudero y Obrador se repartieron la banda izquierda porque no había nadie más y sin olvidar que al inicio de liga jugó Mella en esa demarcación antes que Obrador. Leite fue titular, pero de inicio el que jugó fue Germán. Y a partir de ahí nadie más. Los que llevaron el peso del equipo durante toda la temporada fueron el núcleo duro que nos subió de Primera RFEF el curso anterior.

Yo no sé si Loureiro, que es una petición expresa del entrenador, nos hará olvidar a Pablo Vázquez. No sé si Noubi y Arnau Comas serán mejores que Jaime y Pablo Martínez y serán tan buena gente como ellos (ahí lo tienen difícil). Tampoco sé si Quagliata llegará al nivel de Obrador o si lo superará. Tampoco sé si Luismi Cruz le discutirá el puesto a alguno de los tres de arriba o se limitará a ser un sustituto de Gauto. Y con la llegada de Gragera aún no sabemos qué mediocentros dejarán el equipo. A mí me gustaría que Rubén López, Patiño y Chacón se quedaran, pero eso ya es una opinión personal. En cualquier caso, estamos a principios de agosto y todos esos futbolistas ya están en la plantilla. Al menos, los deberes en materia de refuerzos ya están hechos (me falta alguien arriba, eso sí). 

Ahora le toca a la pelotita entrar y también que esa misma pelotita no entre en nuestra portería. También está el trabajo de dar salida a los que no van a contar la temporada que viene. Todos sabemos quienes son y también todos tenemos en mente a otros futbolistas que no rindieron la pasada campaña y que van a seguir en el equipo. Es lo que tiene llevar un entrenador y un director deportivo dentro, que durante estas fechas veraniegas, sin competición oficial, nos venimos arriba y diseñamos unas plantillas estupendas. Qué ganas tengo de que empiece la competición, en serio.