LA LUPA | Samuele Mulattieri, un ‘Cannoniere’ con alma de ‘trequartista’
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LA LUPA | Samuele Mulattieri, un ‘Cannoniere’ con alma de ‘trequartista’

LA LUPA | Samuele Mulattieri, un ‘Cannoniere’ con alma de ‘trequartista’
Samuele Mulattieri, en su primer entrenamiento con el Deportivo | Germán Barreiros

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El fútbol nació en una Europa acostumbrada a la guerra. No es de extrañar que, en ese ambiente en el que el conflicto bélico formaba parte del paisaje cotidiano, el balompié adquiriese la costumbre de servirse del lenguaje militar como fuente de metáforas para aplicar a apelativos o ensalzar logros. 


Tenía sentido esa tendencia de nutrirse de lo marcial para construir el vocabulario balompédico, pues en cierta medida, la guerra y el fútbol no dejan de compartir esencia: más allá del sentimiento de comunidad por el que se combate como trasfondo y turbina motivadora, el desarrollo de la guerra y el juego de la pelota dibuja la lucha por la conquista de un terreno entre un colectivo y un rival.
 

Ese encaje del diccionario bélico en lo futbolístico asentó muchos vocablos militaristas en muchos de los países en los que el fútbol germinaba. No fue excepción Italia, donde el fascismo acogió el balompié precisamente como una herramienta desde la que exacerbar el patriotismo y la importancia de la condición física. Más que educar a buenos ciudadanos, se trataba de ‘fabricar’ militares.
 

Sin embargo, para cuando Mussolini entendió el imponente poder transformador del fútbol, la sociedad italiana ya había interiorizado términos tan bélicos como ‘cannonieri’ para referirse a aquellos jugadores destacados a la hora de meter el balón en la portería. Así, esa palabra usada para definir a los artilleros, a los soldados que manejaban las armas, empezó a vincularse a los delanteros, en una unión que ha trascendido hasta nuestros días. No en vano el ‘Pichichi’ del calcio todavía es conocido hoy como ‘capocannonieri’. Lo que vendría a ser el ‘jefe de los cañoneros’.
 

La aparición de grandes delanteros a lo largo de este último siglo más allá de los Alpes no ha ayudado sino a alimentar el simbolismo. Desde Guiseppe Meazza o Silvio Piola a los más modernos Christian Vieri, ‘Pippo’ Inzaghi o Luca Toni, pasando por Luigi Riva o Paolo Rossi. Es imposible apelar a alguno de los cuatro títulos mundiales de la ‘Azzurra’ sin que sobrevuele el nombre de un gran ariete.
 

Sin embargo, desde hace algunos años, Italia vive una sequía en la producción. La lista de promesas que se quedaron en mucho menos de lo que prometían o no terminaron de ‘romper’ en la élite es larga. E incluye como uno de los últimos nombres a Samuele Mulattieri.

 

Zlatan como referencia

El delantero de La Spezia llega al Deportivo a punto de cumplir los 25 años y con la ambición de terminar de parecerse a aquel delantero que apuntaba a ser cuando, con 17 años,  el equipo de su ciudad le dio la oportunidad de debutar en Serie B. Mulattieri, que por aquel entonces todavía mezclaba la banda con la punta del ataque, llamó la atención del Inter de Milan, que lo reclutó para su equipo juvenil. El chico lo tuvo claro: era imposible decirle que no al equipo de sus amores y del que había asimilado parte de su ADN como futbolista a través de su fervor por sus ídolos Zlatan Ibrahimovic y Diego Milito.
 

Lo cierto es que, salvando las evidentes distancias, de ambos arietes de clase mundial tiene reminiscencias el nuevo delantero del Dépor. Le falta, desde luego, el instinto en el área que tanto Milito como Ibra sí mostraban para ser definitivos entre los grandes. 
 

Porque, a su nivel, Mulattieri nunca ha sido capaz de darle continuidad a grandes cifras. Aunque, en un principio, lo parecía que sí podía sostener números cuando anotó 18 goles en segunda neerlandesa con el Volendam. Por aquel entonces apenas tenía 20 años, lo que le llevó a ser llamado por Italia sub-21. En la ‘Azzurra’ compartió vestuario con Quagliata, con quien pudo cantar un gol en su debut. 
 

Tras aquella fructífera cesión en los Países Bajos, el ariete regresó a la Península Itálica para empezar a rodarse de verdad en segunda categoría. Primero con ell Crotone. Luego, luego con el Frosinone, donde se confirmó como máximo goleador del campeón en la 2022-23. Entonces, el Inter de Milan introdujo sus derechos en la operación para fichar a Davide Fratessi y pasó a ser propiedad del Sassuolo. No destacó en su primer curso, con el equipo en Serie A. Pero sí fue una figura importante en el ataque la pasada campaña, en la que anotó nueve dianas para contribuir a otro ascenso por la vía del primer clasificado. 
 

Así, en tres de las últimas cuatro temporadas, el punta ‘spezzini’ ha jugado en la segunda categoría del fútbol transalpino, donde acumula 25 tantos en unos 5.000 minutos repartidos en 89 participaciones totales. Es decir, un gol cada 200 minutos, aproximadamente.
 

No son cifras del todo malas las de Mulattieri, aunque demuestran que esa relación con el gol no es su principal virtud en un campo de fútbol. Y es que el italiano no es un jugador sobresaliente en el remate. Ni mucho menos.
 

Para empezar, el delantero cedido por el Sassuolo no destaca por alto. A pesar de la buena planta que le otorgan sus cerca de 185 centímetros  y su fibroso físico, a Mulattieri le cuesta imponerse mucho en los duelos aéreos. Ni su salto es poderoso, ni disfruta en ese tipo de fricción, ni referencia demasiado bien el esférico si no está ya bien posicionado de base. Así, sus pocos goles de cabeza —a pesar de que su técnica en esta suerte no es mala— responden a testarazos que encuentra descolgado en el segundo palo. Ahí sí tiene más facilidad para intuir dónde va a caer el balón.

 

Datos Mulattieri
Comparativa entre Mulattieri y el resto de delanteros de la Serie B (2024-25)


 

De este modo, si el Deportivo buscaba en Mulattieri una referencia rematadora en el área no la encontrará. Su definición en el mano a mano es buena y su interpretación de los espacios para trazar desmarques de ruptura cortos, lo mismo. También su velocidad de reacción y agilidad para cazar balones sueltos en la zona de castigo. Pero en situaciones de centro lateral, no es un delantero agresivo que ataque el primer palo para anticiparse ni ha llamado la atención por imponerse por alto a sus marcadores. 


¿Se puede jugar directo sobre él?

Estas dificultades en la fricción le convierten en una pobre solución si el Dépor pretende buscarlo como una referencia para el juego directo. Sobre Mulattieri no se puede salir desde atrás... o sí. Todo depende de cómo se pretenda hacerlo. Porque aunque es un futbolista poco útil si se trata de imponerse en los balones aéreos, el ariete de La Spezia es sobresaliente en acciones al apoyo.
 

Cuando Samuele desciende de altura, abandonando la posición de ariete y acudiendo a pedir el balón al pie, es un futbolista determinante. Oxígeno puro. El italiano tiene una enorme sensibilidad no solo para entender a qué zona y cuándo acudir, sino para ejecutar controles o pases al primer toque que le permiten darle muchísima continuidad al juego. Jugar un tercer hombre con él ejerciendo de 'segundo' para descargar es pan comido.
 

A pesar de que se puede decir que prácticamente solo usa la pierna derecha, el ‘9’ transalpino maneja una gran cantidad de recursos para domesticar el balón gracias a una agilidad y elasticidad en la que sí recuerda a su ídolo ‘Ibra’. Así, si logra recibir en estático con los pies bien ‘plantados’, une a esos recursos técnicos un notable manejo de su físico. Sabe hacerse fuerte usando los brazos y disminuye su centro de gravedad bajando el trasero y colocándolo contra su par. Para guardar el esférico o, directamente, para girarse e iniciar la conducción, un arte que también domina por su potencia en los primeros metros.
 

De este modo, Mulattieri puede ser una buena referencia para salir desde atrás ante presiones altas si se le encuentra con pases rasos. Pero también resulta tremendamente útil en acciones combinativas cerca de la frontal del área rival. Aunque apenas haya espacios, el transalpino sabe despegarse de su marca central y aparecer al apoyo para hilar jugadas en espacios reducidos. Porque, como decimos, a su buen físico estable y elástico une una notable capacidad para amortiguar balones y encontrar el espacio preciso para recibir y pasar. Técnica y táctica

 

Mulattieri mapa calor
Mapa de calor de Mulattieri con el Sassuolo (2024-25)


 

Esa fortaleza, sin embargo, se diluye más en situaciones de inestabilidad. Sí, Samuele puede atacar el espacio porque su potente tren inferior así se lo permite. Pero le cuesta imponerse en dos artes a la vez. Si no tiene la pelota bien domesticada del todo, sufre para ganar la posición a su rival. Lo mismo sucede con sus movimientos al apoyo si cuando recepciona no está bien posicionado. Mulattieri es finísimo, pero necesita sentirse bien instalado para poder sacar a relucir su precisión.

 

Zaka, Bouldini y el encaje

Es decir, Mulattieri es un delantero radicalmente opuesto a Bouldini, a pesar de que compartan ciertos aspectos físicos. Y también se diferencia a Zakaria Eddahchouri en su finura con balón. Mientras el neerlandés sufre más de espaldas, Mulattieri sobresale. El italiano es mucho más hábil a la hora de darle clarividencia a los ataques. Pero, a cambio, tiene menos veneno de cara a portería que el ex del Telstar.

 

Así, resulta tremendamente sencillo imaginar al nuevo delantero del Deportivo mezclando con los talentosos futbolistas de segunda línea a través de rápidas asociaciones en campo rival. Mulattieri puede ser un facilitador para Mario Soriano, Luismi Cruz o Yeremay Hernández. Los pequeños podrán mirar hacia él para apoyarse hacia delante para enhebrar juego por dentro. También con David Mella para descargar de cara y poner al equipo a correr.

 

Samuele entiende cuándo la jugada pide contenerse fijando o cuándo puede trazar desmarques de ruptura diagonales, preferentemente hacia el perfil derecho, en el que se siente más cómodo para finalizar. Sin embargo, su movimiento favorito es el de descolgarse al apoyo. Salir de zona y pisar el espacio del mediapunta. Por eso es un 'cannoniere' con alma de 'trequartista'. Un delantero aprovechable para el Dépor con balón y también en la presión, por sus piernas y su entendimiento del juego. Un tipo con pinta de ariete clásico, pero más aires de segundo punta.

 

Quizá no solucione todos los problemas blanquiazules si lo que se busca es un futbolista determinante para ganar balones aéreos. Ni mucho menos en las rupturas largas, pues aunque sí es un futbolista muy móvil, ir al espacio no es su gran fuerte. Tampoco apunta a dar un salto de calidad al equipo en cuanto a capacidad de remate, por mucho que se sepa mover en el área. Pero Mulattieri sí es dominante a la hora de jugar de espaldas y darle continuidad al fútbol ofensivo del equipo. Que no es poco.  

LA LUPA | Samuele Mulattieri, un ‘Cannoniere’ con alma de ‘trequartista’

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