El puesto de ariete del Deportivo está más abierto que nunca. Mohamed Bouldini no ha entrenado junto al resto de sus compañeros hoy sábado, en la última sesión de la semana antes del duelo contra el Elche y apunta a no estar disponible para Óscar Gilsanz en el cierre de la temporada.
El club no informó sobre el percance que padece el delantero, que ha venido sufriendo durante todo el recurso dificultades vinculadas a problemas musculares. Sin embargo, sí destacó que, al igual que Ximo, Barcia y Mella, realizó trabajo específico. Un hecho que induce a pensar que no podrá vestirse de corto mañana.
De este modo, el último contratiempo de Bouldini da pie a la incertidumbre en el ‘9’ blanquiazul para este final de curso. Moha fue titular el pasado domingo en Zaragoza al aprovechar la roja que Iván Barbero vio contra el Granada y el accidente que Zakaria Eddahchouri sufrió en el paseo marítimo en la madrugada del sábado 17 al domingo 18 de mayo, precisamente tras el partido ante el cuadro nazarí.
Fue el regreso al once para el delantero africano, que no era de la partida desde el 29 de enero, en la visita a Tenerife. Sin embargo, en La Romareda, Bouldini volvió a desaprovechar la oportunidad de sumar méritos para ascender algún puesto en la rotación de Gilsanz en este sprint final de curso.
Pese a todo, la ausencia de un Barbero que sigue sancionado y el hecho de que Zaka apenas haya entrenado con normalidad durante toda la semana, todavía ‘magullado’ por el golpe que sufrió al caer a las rocas, abrían de nuevo la puerta de la titularidad a Bouldini. Una puerta que parece que se cierra y que deja muy abierto el nombre por el que apostará Gilsanz.
En Zaragoza, Bouldini fue sustituido en el minuto 75 por Kevin Sánchez. El delantero burgalés entró como delantero centro suplente, una vez Adrián Guerrero ya no estaba en el campo. Ambos canteranos pueden estrenarse hoy como futbolistas titulares del primer equipo en liga en Riazor -Kevin ya debutó desde el banco el pasado curso en Copa contra el Tenerife, con gol incluido, y jugó unos minutos contra el Levante-. Pero en contra de ambos juega la normativa.
Y es que según establecen las normas, un equipo debe jugar en todo momento con, al menos, siete jugadores con licencia vinculada al propio equipo y no a alguno de sus dependientes. Es decir, en condiciones normales, las reglas delimitan a cuatro el número de jugadores con ficha del filial o de algún otra plantilla de categorías inferiores que pueden jugar de manera simultánea con el primer equipo.
En Zaragoza, Gilsanz apostó por darle la titularidad a Guerrero, pero también a Obrador y Patiño, futbolistas de la primera plantilla a todos los efectos menos uno: su licencia. Ambos compiten con ficha del Fabril, por lo que el Dépor contaba con 'solo' ocho jugadores del primer equipo en el verde. De este modo, Gilsanz se guardó una bala en la recámara, pues en el caso de haber introducido a Kevin por Bouldini sin haber retirado a Guerrero -hubiesen valido Obrador o Patiño-, el Deportivo habría estado jugando al límite de la normativa y una expulsión o lesión podría haberle hecho incurrir en alineación indebida.
Ese factor condicionante vuelve a restar opciones de titularidad a Kevin y se las otorga a Zakaria. Pero más allá de las restricciones de la regulación, es probable que en la despedida de la temporada, tanto el delantero como Guerrero se estrenen ante lu gente en la Liga Hypermotion.