Igual que una batalla se vencen con soldados pero para las guerras son necesarios los ejércitos, puede que un partido de fútbol se gane con jugadores, pero las ligas se conquistan con plantillas. De poco vale disponer de algunos de los futbolistas más talentosos de la competición si cuando hay que rebuscar en el fondo de armario, las opciones escasean.
Uno no siempre puede lucir de esmoquin. Cuando los imprevistos llegan o la carretera se empina —algo que siempre sucede—, quizá un jersey de cuello vuelto, una camiseta básica y unos vaqueros son tan necesarios como prácticos. Hay que tener respuesta para todo.
El Deportivo fue capaz de cimentarse el pasado curso a partir de David Mella, Mario Soriano y Yeremay Hernández. Tras la salida de Lucas Pérez, el trío de ‘bajitos’ se hizo con los tres puestos de la mediapunta. Más allá de en su corta estatura, el gallego, el madrileño y el canario confluyen en que poseen un talento tan natural como similar, que les permite hablar el mismo idioma futbolístico, más allá de sus particularidades concretas. Mario es el cerebro capaz de pensar y acelerar, ‘Yere’ ha sumado pausa a su vértigo y Mella es el martillo neumático que multiplica la velocidad.
Mella, Soriano y Yeremay daban y dan al Dépor una marcada identidad. Y a ellos se les ha sumado este verano Luismi Cruz, un futbolista salpicado por características de los tres y una paleta de golpeos con su pierna hábil con la que ninguno de ellos es capaz de soñar todavía.
Con la llegada del andaluz, el Deportivo ha sido capaz de añadir otro elemento determinante más a su segunda línea de ataque. Aunque, por el momento, el preparador catalán no ha hecho coincidir en el césped a los ‘4 Fantásticos’. No compartieron minutos de juego en el estreno oficial en Granada, pero ni siquiera en pretemporada, momento en el que los técnicos aprovechan para comprobar el posible resultado de fórmulas que manejan en su cabeza. Hasta la fecha, en la mente del primer estratega blanquiazul no está juntar a Cruz, Mella, Soriano y Yeremay.
Así, al margen de las funciones y roles específicos que Antonio Hidalgo establezca para cada uno —el de la derecha con la obligación de hundirse, Yeremay más como segundo punta...—, lo cierto es que el Dépor cuenta con cuatro ‘fantasistas’ para los tres puestos con los que, sobre el papel, custodiar al ariete. Sobra uno en el once. O, lo que es lo mismo, hay un reserva de enormes garantías para modificar el guion del encuentro o oxigenar la línea en la segunda mitad.
David Mella fue el elegido en la primera jornada para ejercer ese rol de revulsivo, con Cruz, Soriano y Yeremay compartiendo aventuras ofensivas. Pero más allá del canterano coruñés, las certezas son escasas a la hora de dibujar más relevos. Por una cuestión de rendimiento. Pero también por número. Detrás de los trajes de gala, las alternativas de estilismo son prácticamente nulas.
Y es que cuando Antonio Hidalgo eche la vista atrás al banquillo el próximo domingo ante el Burgos, ante su vista solo aparecerá el futbolista del citado cuarteto que no entre de inicio y Cristian Herrera. Nada más. Así, el ex de Las Palmas, Ibiza, Lugo o Elche parte no solo como quinto en discordia, sino como último elemento de una rotación que, de no sufrir altas, apunta a quedarse muy escasa.
A esta realidad hay que añadir una nueva contingencia: David Mella podría perderse varias semanas de competición a partir de la jornada 5, aproximadamente, si es convocado para el Mundial sub-20 de Chile con la selección española de Paco Gallardo. Por lo tanto, las posibilidades quedarían bajo mínimos.
Lo cierto es que el Deportivo empezó el verano con una segunda línea mucho más nutrida. En ella, al margen de un Davo con el que no se contaba, figuraban Diego Gómez y Luis Chacón. Incluso pudo haber posibilidades para Hugo Rama, sobre quien el club no decidió su futuro hasta bien entrado junio.
Sin embargo, en poco más de un mes, la situación ha cambiado radicalmente. Por un lado, con la salida a préstamo de Luis Chacón, a quien el club hizo ver que había una alta competencia en su puesto a pesar de que, por número, la realidad no era tal.
Por el otro lado, con la marcha en las próximas horas de Diego Gómez, que no ha encajado nunca en los planes de Antonio Hidalgo. Al menos no lo suficiente como para evitar una salida y priorizar que el futbolista de Amoeiro crezca a base de tiempo de juego, aunque sea fuera del Deportivo de manera temporal. “Cuando son jugadores jóvenes lo más importante es tener en la cabeza que tienen que tener minutos. Son patrimonio del club”, ha recalcado por activa y por pasiva el preparador.
En ese mismo marco encajan tanto Jairo Noriega como Adrián Guerrero. El mediapunta coruñés, recuperado este verano tras destacar en el Ourense CF, ni siquiera hizo parada en Abegondo antes de coger la autopista a Ferrol, donde jugará cedido este curso, de nuevo a las órdenes de Pablo López.
Mientras, el extremo comenzó ejercitándose con el primer equipo en pretemporada, pero tras un par de semanas ‘descendió’ al filial. Con Segunda Federación en el horizonte como un reto menor, club y futbolista entendieron que lo más productivo para su desarrollo era medirse en Primera Federación. Y eso es lo que hará con los colores del Ourense CF.
De este modo, Cristian Herrera se establece como el único reemplazo a alguno de los cuatro, más allá de que en el centro del campo haya suficientes nombres como para cubrir una eventual ausencia de Mario Soriano. Sin embargo, el pasado sábado con Rubén López en el banco y José Ángel en la enfermería, Hidalgo apostó por Herrera para relevar al canterano del Atlético, ya muy fatigado, en los últimos minutos del encuentro de Granada.
Y es que Cristian es un futbolista que gusta y mucho al entrenador del Deportivo. “Es un tío increíble. Trabajador, un currante y que sabe de qué va la profesión. Está jugando ahí en la izquierda, metido hacia dentro y tiene gol. Sabe moverse entre líneas y en esos espacios”, manifestó sobre el dorsal ‘14’ de su plantilla hace dos semanas.
Lo cierto es que el canario ha logrado darle la vuelta a su situación. Después de un primer curso muy pobre a nivel individual en el que fue de más a menos y acabó renovando por objetivos, su nombre apuntaba a ser un descarte para el club. Sin embargo, será uno de los futbolistas que continúen.
El atacante cuenta con la confianza del staff, pero tendrá que superar el juicio de Riazor, ya que una parte importante de la masa social lo considera un futbolista ya amortizado y con poco que ofrecer al Deportivo. Así se demostró en los últimos partidos de la pasada temporada, en los que el canario recibió silbidos. Y por el runrún generado en el Teresa Herrera en su entrada al campo, no parece que la propensión se haya modificado demasiado. Por otro lado, nada que no solucionen un par de buenas actuaciones y un aumento sostenido del rendimiento.
Así, Herrera asoma en el horizonte prácticamente como único recambio en el que caso de que alguno de los ‘4 Fantásticos’ caiga. Pero en esa situación no está incómodo el Deportivo. A diez días del cierre del mercado, el club no ve prioritario fichar en esa zona. El ariete es fundamental. A partir de ahí, se verá. No está descartada una incorporación. Tampoco quedarse así, a pesar de que el armario luce medio vacío en esa estantería.