Los aficionados del Deportivo recordarán a María Ruiz (Almánchar, Málaga, 11 de enero de 2001). Una jugadora que formó parte de la plantilla blanquiazul en la temporada 2021-22 y que ahora juega en el Betis, por lo que regresará a Riazor este domingo.

En su única campaña en el Dépor dejó huella, pese a que a nivel colectivo el sabor fue agrio. María aportó trece goles (la que más del equipo) y seis asistencias a un equipo que tras ser campeón de invierno y soñar con el ascenso, debió pasar por la promoción de descenso y se salvó ‘in extremis’. La temporada estuvo marcada por el turbulento paso por el banquillo de Miguel Llorente, cuyos métodos y actitudes fueron muy discutidos por buena parte del vestuario.

Una vez finalizada su etapa en el Dépor, María Ruiz firmó por el Sporting Huelva, club en el que jugó las dos últimas temporadas en Liga F y con el que marcó dos goles y tres asistencias. 

Tras el descenso del conjunto onubense consiguió seguir en la máxima categoría al recalar en el Betis, con quien ha firmado para esta temporada y la siguiente. Por el momento ha sido titular en el debut contra el Eibar (2-0) y tuvo unos minutos como revulsiva contra el Real Madrid (0-3).

Análisis de Jone Ibáñez

Jone Ibáñez, jugadora que coincidió con ella aquella campaña, hace un retrato de su figura. Destaca su nivel futbolístico, pero también menciona su calidad humana.

“Es una jugadora muy vertical, habilidosa y con una muy buena visión de juego. Siempre mira hacia delante, tiene mucho gol y un golpeo de balón especial, que le caracteriza. Es muy competitiva y eso le ha hecho llegar a donde está. Como persona es una chica diez, le gusta mucho hacer bromas, bailar y se preocupa por los demás. Es una compañera que a cualquier jugadora le gustaría tener en su equipo, ya que siempre mira por el bien de todas y te ayuda en cualquier situación”, detalla Jone. 

Laura Fernández, en la misma línea

En una línea muy similar se expresa Laura Fernández, otra exdeportivista que coincidió con ella y que ahora continúa su carrera en el Getafe. "Tenía muy buena relación con ella. En el equipo aportaba buen rollo y era una persona alegre y buena compañera. A nivel deportivo es una jugadora vertical y con buen golpeo".