Goretti Neira López (A Coruña, 2000), lateral izquierda del Deportivo Abanca, jugó ante el Parquesol su primer partido como titular tras superar una lesión en la sindesmosis del tobillo derecho que le tuvo casi dos meses de baja. La futbolista de Arteixo, ex del Friol, afirma que se le pone la piel de gallina con solo pensar en un posible ascenso a Primera Iberdrola pero recalca que su equipo debe “ganarlo todo” para tener opciones.
¿Qué tal te encontraste después de jugar tu primer partido como titular tras la lesión?
Bastante bien. No tuve molestias. En el partido que jugamos en casa contra el Pradejón obviamente tenía miedo a meterme 20-30 minutos y volver a recaer, así que me dieron cinco minutos y me dijeron ‘entrena bien esta semana y tendrás la oportunidad’. Y contra el Parquesol ya jugué titular 70 minutos. Tampoco iba a jugarlo entero por si acaso y porque en una semana no consigues pillar todo el tono físico. El tiempo no nos ayudó y el resultado tampoco pero me sentí bastante guay. Hizo seis grados y mucho viento. Cuando tuvimos el viento a favor tuvimos ocasiones pero no entraron.
¿Entonces consideras que la derrota no fue justa?
No. El arbitraje fue horrible. El gol que nos metieron ellas fue un balón a tierra que era para nosotras. Ya le dio de volea la jugadora y la cogió su compañera, que tiró y el balón tocó en el pie de Inés y entró por la escuadra.
El partido contra el Espanyol es una final, si pinchamos se nos va a alejar bastante
¿Por qué crees que os está costando tanto ganar fuera?
Los arbitrajes es algo que tiene que ser secundario. Al final si ellas llegan una vez y marcan y nosotras llegamos nueve y no marcamos... Eso es tener las ganas de marcar, el hambre de gol como le llamamos nosotras. Hay que llegar y querer marcar. No decir ‘bueno, ya en la siguiente’. No, hay que marcar. Eso es lo que está pasando. Además, en la segunda vuelta ya te pillan la forma de jugar y por eso ahora ya no estamos tocando tanto como lo hacíamos antes y estamos buscando también balones en largo y no tanto al pie.
Se ha visto un cambio en ese sentido tanto en partidos con Miguel Llorente como en los de Kevin Cabado en el banquillo.
El Parquesol creo que es el mejor de la segunda vuelta. Y si comparamos el partido de la primera vuelta con el de la segunda, nada que ver. Nos venían a presionar con dos puntas, venían a por nosotras, y eso no te permite dar tantos toques entre nosotras. Tienes que buscar en largo también.
Ahora os toca volver a Abegondo. ¿Cómo calificarías el partido contra el Espanyol?
Es una final. Estos últimos partidos ya eran como finales, pero si pinchamos este fin de semana se nos va a alejar bastante porque los de arriba no están fallando. Es que si gana el Espanyol nos ponemos a seis. Y si ganamos nosotras les empatamos a puntos y posiblemente nos acercásemos a los primeros. Nos volveríamos a meter ahí porque luego entre ellos tienen duelos directos y malo será que no pinche alguno. Si no ganamos se nos va a ir y el Depor no merece estar aquí.
¿La derrota supondría la despedida del ascenso?
Yo lucho hasta el final pero no me gusta depender del resto. Me gusta que seamos nosotras mismas las que ascendamos y no esperar a que pierdan los demás. Si perdemos se alejaría bastante. Serían seis puntos con el Espanyol y quizá más con el resto y quedarían cuatro jornadas.
Si tú defiendes bien, da igual como juegues; así que yo iba a saco a defender
Entiendo que te sumas al llamamiento de Alba Merino para que se llene Abegondo.
Sí, claro. Alba es imprescindible como capitana, como jugadora, como animadora y como todo. Hizo un llamamiento a la afición y obviamente todas lo compartimos. Queremos que se llene Abegondo. Quizá es mala hora y es televisado pero al menos no coincide con el masculino como ya nos pasó una vez. Intentaremos que se llene.
Hablando de afición, en el último partido en casa corearon tu nombre varias veces.
Sí. Yo estoy sacando el carné de entrenadora UEFA C y estoy haciendo las prácticas en el Pastoriza. A las niñas les hacía ilusión venir a vernos y le tuve que pedir al club 39 invitaciones. Al final vinieron 42 y, claro, para ellas somos como sus ídolas. Este fin de semana vienen 50. Para nosotras es una satisfacción firmarles unos autógrafos que para ellas es como si se los firmaran Cristiano Ronaldo y Messi. Son niñas que están empezando y se fijan en nosotras.
¿Qué sentías cuando escuchabas tu nombre desde el banquillo?
Yo sabía que iba a jugar poquito y me daba rabia. Ellas ya estaban avisadas. Incluso no iba a ir convocada porque llevaba solo un entreno completo y era mucho arriesgar, pero al final fui y como el partido iba bien el entrenador me metió para ir pillando sensaciones. Al final del partido las niñas bajaron con las entradas para que se las firmáramos y alguna vino con la camiseta también.
¿Lo pasaste mal durante el periodo de lesión?
Se me hizo muy largo. Al estar casi dos meses lesionada, el físico disminuye. Aunque puedas mantener el tono muscular, al ser un tobillo pierdes resistencia. Psicológicamente trastoca pero los servicios médicos miraron bastante bien por mí.
En el Friol estaba acostumbrada a jugar ‘balón para arriba’ pero es acostumbrarse
A principio de curso te habías hecho un hueco en el once pero después desapareciste de las alineaciones. ¿Qué pasó?
Hay veces que no te sale bien un partido y hay gente de tu posición que entrena mejor que tú y te comen el sitio. Verte suplente porque has fallado o no te ha salido un partido bien te hace perder confianza. Y como te metas en ese pozo, es muy difícil salir. Me costó volver pero espero que ahora pueda volver a encadenar partidos como titular.
Así que asumes tu responsabilidad en esa salida del once.
Yo si entreno peor y una jugadora de mi posición, Sierra, Patri o Cris, entrena mejor que yo, al final merece jugar quien entrene mejor. Como se entrena, se juega. Si yo no estaba al cien por cien, quien tenía que jugar era otra persona. Si el entrenador pierde la confianza en mí por entrenar así, es normal. Lo entiendo perfectamente.
¿Cómo se gestó tu fichaje por el Depor?
Empecé en el Torre, estuve en el Victoria, me fichó el Friol y estuve allí cinco temporadas. Cuando se creó el Depor había contactado conmigo. Me habían dicho que la idea era que empezase con el Depor B porque yo tenía 14-15 años, pero yo ya había firmado por el Friol y les dije ‘ya hablaremos’. Así que este año, con el descenso del Depor, e igualar la liga en la que estaba yo jugando, dije ‘¿por qué no?’. Contactaron con mi representante y sin problema. Al lado de casa, mejor equipo de Galicia y además el objetivo de ascender a Primera está guay.
¿Tuviste más ofertas?
Del Friol me iba a ir porque al descender no quería bajar de categoría. Tuve ofertas de fuera de España, pero no me quería ir este año fuera. Y a los pocos días del descenso del Depor, Manu (Sánchez) llamó a mi representante. Y mi representante me dijo ‘tenemos esta oferta, a mí me parece muy buena y es lo que tú querías’. Porque mi ilusión siempre fue jugar en un equipo de aquí. Además, ascender a Primera siempre fue un sueño para mí.
Si el entrenador pierde la confianza en mí por entrenar así, es normal, lo entiendo
¿Qué se te pasó por la cabeza cuando te llamó el Depor en 2016 y ya habías firmado por el Friol?
Pensé ‘justo me voy a ir a una hora de casa y me llama el Depor’. Pero acababa de firmar un contrato y yo cuando firmo soy fiel pase lo que pase. Estoy de principio a fin. No me gusta dejar a la gente colgada ni al equipo colgado. Luego en el Friol pasamos a ser el Lugo femenino, que también era un proyecto que estaba muy bien. Y mientras seguía lo que hacía el Depor. Veo que ascienden y digo ‘joder...’. Porque yo con Tere y Lía me llevaba muy bien. Era un grupo muy bonito el que tenía el Depor.
¿Cómo viviste estar en un equipo durante cinco años a una hora de casa?
Estuve yendo y viniendo menos los últimos dos años, que ya estuve viviendo allí porque estaba estudiando un Ciclo Superior de Química.
¿Quién te llevaba antes de vivir allí?
Al principio, cuando no tenía el carné, me llevaba mi padre. Llevábamos a Cris Oreiro, que está ahora entrenando el Victoria, a Tati Tenreiro… Cuando cumplí los 18 me saqué el carné y seguía yendo y viniendo hasta que en 2019 me fui a vivir allí y solo tenía que conducir de Lugo a Friol, que eran 20 minutos.
¿Te costó adaptarte al juego que propone Miguel Llorente?
Sí. Miguel vino con una idea de tocar y aprovechar las habilidades de las jugadoras. Técnicamente tienes que ser buena. Yo en el Friol estaba acostumbrada a jugar ‘balón para arriba’ pero todo es acostumbrarse. Y de hecho se nos dio bastante bien porque hicimos una primera vuelta bastante buena.
Algunas de tus mejores cualidades, como el golpeo, casan menos con el estilo de juego en corto de Miguel Llorente.
Sí, es cierto que esas cualidades no se podían aprovechar tanto. Para mí un balón en largo es una jugada de la hostia, pero Miguel prefiere una secuencia central, lateral, lateral, central y buscar balón a un medio. Entonces yo no puedo buscar un balón en largo si tengo que dar el balón al medio. Al final me fui acostumbrando y me fui metiendo en el once. Si tú defiendes bien, da igual como juegues. Entonces, iba a saco a defender. Aunque no supiese hacer otra cosa, yo defendía. No quería fallar y lo que quería era jugar. Ahora no doy tanto balón en largo y meto más balón en medio, aunque últimamente, como jugamos más en largo, sí que me pueden aprovechar un poco más. Este fin de semana, por ejemplo, fue todo lateral izquierdo y balón arriba para buscar a Ainhoa, María y Aroa. Con un equipo que te viene a presionar así y con ese viento, no puede hacer mucho más.
El ascenso sería un sueño, se me pone la piel de gallina solo de decirlo
En Friol también jugaste como central, aunque aquí no has tenido oportunidad en esa posición.
Es complicado sacar a Inés y Raquel de ahí, son muy buenas. Lo del Friol fue porque se lesionó Andrea Mirón. Probé de central y al final es lo mismo pero sin subir tanto. También tenía más visión de juego para los balones en largo. En el Depor dije que era lateral y central pero es el entrenador quien tiene que decidir.
¿Cómo es la relación con Miguel Llorente tras la investigación?
La investigación ahora ya es secundaria. Yo me llevo muy bien con él ahora. Sí que hubo esos rifirrafes pero nada, me llevo muy bien con él y ahora luchamos todos por el mismo objetivo. La investigación ya quedó atrás.
¿Entendiste la decisión del club abriendo el proceso de investigación y cerrándolo sin consecuencias?
Sí. Si no se demuestra nada, no puedes hacer nada. Si merece estar ahí porque lo decidió el club, bienvenido sea otra vez. Además es un persona con la que se puede hablar perfectamente, que no te esconde la mano. Puedes hablar de lo que sea con él, incluso de problema personales, y si te puede ayudar, lo hace.
En las comparecencias públicas de jugadoras se nota que queréis pasar página. ¿Es así?
Sí, porque si no pasamos página va a perjudicar a la hora de jugar, en los entrenos y todo. No queremos eso. Lo prioritario es el fútbol ahora.
¿Tenéis que ganar todo lo que queda para poder ascender?
Sí, tenemos que ganarlo todo. Es obligatorio ya. Ahora no sirve un empate y ya veremos lo que pasa en el siguiente partido. Ahora es cada día una final. El Espanyol, una final; el Sporting de Gijón, iremos allí a morder... Y así todos. Con todo a ganar.
¿No ascender sería un fracaso?
Va a ascender quien lo merezca y quien haya luchado todo este año. Para mí las injusticias no existen, para mí un mal arbitraje no existe, para mí es llegar, marcar. Es lo que te decía del partido contra el Parquesol. Llegaron una vez y marcaron y nosotras llegamos nueve y no marcamos. Algo pasa. Tenemos que tener esa ambición de marcar. Ahora ya no vale el ‘jugamos bien pero perdimos’ porque entonces sí que se nos va de las manos. No sería un fracaso. Quedaría un mal sabor de boca pensando ‘joder, te quedas otro año más aquí’.
¿Y que supondría para ti el ascenso?
Un sueño. Con el Friol viví un ascenso e imagínate lo que fue para mí ascender de Nacional a Reto. No me imagino de Reto a Primera. Se me pone la piel de gallina solo de decirlo. Me gustaría vivirlo con mis compañeras y poder disfrutarlo el tiempo que sea.
¿Sueñas con jugar en Primera con el Depor?
Me gustaría jugar en Primera pero si no lo voy a vivir al menos me quedaría el recuerdo de haber ascendido al Depor. Pero al final no estoy pensando en lo que pasará después. Vivo el momento y si ascendemos, ya se verá.
¿Te gustaría algún día poder llevar el brazalete de capitana del Depor?
Eso sienta bien siempre, pero las capitanas que tengo son capitanas de admirar.