Marta Ortega y Alexia Putellas, empresa y fútbol
lll
17º-23º

Marta Ortega y Alexia Putellas, empresa y fútbol


Usuario

Es martes, último día del mes de noviembre. Todavía ‘tocada’ por la muerte de Almudena Grandes, me levanto con ganas de ver la vida de color agradable. Y de repente, sin chasquido previo, dos mujeres comparten los titulares del día. Marta Ortega y Alexia Putellas.

Una – Vigo, 1984- se convierte en la presidenta del gigante mundial surgido de la zona del Matadero coruñés. Inditex la reclama. La otra -Mollet del Vallès, 1994- es elegida entre una terna de excelentes jugadoras como la merecedora del Balón de Oro. El fútbol femenino español explosiona.

De Marta Ortega sé lo que sabe todo el mundo. Discreta, preparada y dispuesta a continuar el legado de su padre. No debe ser fácil situarse en la cabeza de la pirámide. Desde fuera da vértigo. Pero ella ha mamado la empresa desde pequeña. Tiene por tanto conocimiento y sentimiento. Y eso, unido a un grupo de confianza fiable como tiene, otorga visos de credibilidad. Es el dibujo de una transición a todas luces lógica.

La historia de Alexia es distinta. La lucha por un sueño es de muchos. La lucha por un sueño casi imposible es de algunos. Y entre esos se hallan todas las mujeres y niñas del mundo que han querido y quieren ser futbolistas. Sigue siendo una tarea ardua. De ahí que el éxito de una de nosotras sea un poquito el éxito de todas. Por un momento me viene a la mente cuando con 7-8 años un grupo de ‘raritas’ jugábamos cada domingo en los campo de tierra de la Sagrada Familia. Ahora, una ‘ya no tan rarita’ es la mejor jugadora del mundo.

Fue un placer ver a Alexia recoger el Balón de Oro. Guapa, elegante y con verbo fácil. Un momentazo. Le dedicó el premio a su padre. Él fue su primer y gran apoyo. Esto me lleva a pensar, aunque llevo años convencida, que la lucha por elevar el deporte femenino a un puesto digno es cosa de dos: ellas y ellos. Nosotras y vosotros.

Mi día había comenzado un tanto gris. Noviembre no es mi mes preferido. Pero antes de la ducha ya había encontrado un motivo por el que echar una sonrisa. Gracias.

Salud y suerte!

Marta Ortega y Alexia Putellas, empresa y fútbol

Te puede interesar