“ESPESO” fue el argumento predominante en la prensa deportiva para catalogar el partido entre el Deportivo y el filial del Athletic de Bilbao. Particularmente lo primero que se me viene a la mente, tras su ‘digestión’, es que esto va a ser muy largo y complicado de llevar. Le voy a tener que dar la razón al técnico, Borja Jiménez, cuando nos transmite que habrá momentos difíciles de afrontar y que hay que estar preparados para ello. A pesar de comandar la tabla clasificatoria, cualquier equipo puede generarte un problema puntual. Dominador de la situación, transmitió sensación de fortaleza, pero durante muchos minutos, faltó poner una marcha más. Se hizo cuando se vieron las orejas al lobo, coincidiendo con el gol en contra. Una recomendación para los responsables de la ‘urbana 8’… Para el mercado de invierno, se debería ir abriendo la puerta para incorporar a un delantero que genere más peligrosidad ofensiva. Una apuesta por apuntalar el equipo para el próximo año en una categoría superior. Una vez más, la afición estuvo de diez. Que fácil debe ser jugar en estas condiciones, con el respaldo anímico de tus seguidores, pase lo que pase.
La próxima jornada se presenta con un duelo de rivalidad provincial. El ‘dubitativo’ Racing, con el mismo logo publicitario, recibe al líder de la categoría. Un choque ‘Estrella’, tanto en el césped como en el ‘colorido’ del graderío. Deseo que todo transcurra de la mejor manera y se convierta en una gran cita del fútbol gallego.
Punto y seguido. Volvemos a tocar la gestión del VAR. Cada semana que pasa entiendo menos las interpretaciones que se aplican. Resulta un desconcierto total. Sigo opinando que es un ejercicio de regulación arbitral muy positivo. Una ayuda significativa para preservar la calidad del fútbol, pero hay cuestiones difíciles de asimilar.
Desde la dirección arbitral, se nos traslada que los aciertos rondan el 95%, una visión muy subjetiva. El problema será entonces que las imágenes que un servidor visiona tengan otros ángulos, todo puede ser. Es claro que, todo depende del color del cristal con que se mire.
Punto y aparte. Entregado el Balón del Oro en tierras parisinas. Como el tema del VAR, interpretable. Volvió a ganar la calidad genérica de Messi, su curriculum está por encima de los méritos ocasionales. Para mí, había dos nombres que destacarían por su competitividad anual, Lewandowski y Benzema. Ambos mantuvieron un plus para ser reconocidos, pero los premios no siempre los reciben los mejor situados, cuestiones de objetividad y otros intereses económicos-publicitarios.
Lo mejor de la noche fue que una española, tras 60 años en blanco, devuelve el preciado trofeo a tierras hispanas. Del coruñés Luis Suárez, a la catalana Alexia Putellas. Hace años sería impensable, mucho se ha ganado en este aspecto. También destacar el galardón a Pedri, que con 17 años se llevó el Trofeo Kopa al mejor sub-21.
Como siempre un placer.