Una Real muy real
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Una Real muy real


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M e declaro fan de la Real Sociedad. Era yo muy niña cuando el cuadro donostiarra consiguió la hazaña de las dos Ligas consecutivas. Recuerdo aquellos éxitos como la primera patada al ‘establishment’ del fútbol español. Me declaro muy fan de la Real. De ahora y de siempre. De Arconada a Remiro, de Górriz a Elustondo, de Zamora a Zubimendi o Merino, de Satrústegui a Oyarzabal o Isak.

Igual que no sé qué va primero, si el huevo o la gallina, tampoco sé que primó, si mi simpatía por la Real o mi devoción por San Sebastián. Desde Ondarreta a Gros, de la Parte Vieja a Amara, de Igueldo a Urgull, de Atocha al Reale Arena. Tuve la fortuna de jugar en el viejo e histórico campo de Atocha. Disfruté de su olor, su humedad, su inquietante decadencia, de aquellas gradas que se asomaban sobre el campo Posteriormente fui espectadora de varios encuentros de la Real.

Recuerdo especialmente un derbi disputado contra el Athletic. Corría el año 91. Y recuerdo todavía aquel ambiente. El futbolístico fue estupendo porque ganó el equipo de mis amigos y todos felices. Pero mejor todavía fue aquella noche en los bares de lo Viejo con las dos aficiones unidas alrededor de zuritos y de pintxos.

Desde aquel momento he seguido con cariño la trayectoria del cuadro txuri-urdín, término que por cierto significa blanquiazul. Sus éxitos más sonados, como la última Copa del 2020 y sus temporadas en el calvario de la Segunda División, 16 a lo largo de su historia.

Pero esta campaña tiene tintes de especial. Hace tiempo que se está trabajando muy bien a las orillas del río Oria, en Zubieta. La línea a seguir es firme y desde el fútbol base, con Iriarte al mando, hasta el primer equipo, con un Alguacil ágil y valiente, el fútbol que destilan es de espléndida calidad. Presión, posesión, crear superioridad y terminar la jugada.

Todo eso con un lenguaje directo y sin cortapisas por parte del entrenador. Y todo ello, teniendo permanentemente abierta la puerta al Sanse, el filial de la entidad donostiarra. Un trasvase natural. Lejos de los focos mediáticos exagerados. No es casualidad entonces que la Real Sociedad sea el equipo que juega con más canteranos de la Liga española.

En una época en la que el fútbol profesional me está aburriendo sobremanera, entiéndase como quiera, se agradecen apuestas vistosas y distintas, sin desmerecer el rigor, la contundencia y la disciplina que debe velar cualquier proyecto serio. Pero es que yo a esta Real la veo muy real.

Una Real muy real

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