El Fabril disputó su mejor partido de la temporada- así lo aseguraba ayer Óscar Gilsanz nada más concluir el encuentro- en Pardellas ante el Juvenil de Ponteareas. El filial deportivista las tuvo de todos los colores, pero no fue capaz de perforar la portería de un equipo que, por primera vez en lo que va de liga, no fue capaz de ganar en casa.

Una de las claves del encuentro fue que el Fabril imprimió un ritmo muy alto al partido desde el pitido inicial y eso hizo que generase más ocasiones que en ningún otro partido en lo que va de liga. Además, el Deportivo B estuvo bien en la presión, robando varios balones en campo contrario que le permitieron crear situaciones de contraataque muy peligrosos.

En la primera mitad, las ocasiones más claras fueron de Davo, de cabeza, de Mella en un pase atrás a Sanmartín, que estaba en una situación inmejorable para marcar pero un defensa del Juvenil interceptó en el último momento, y de Peke dentro del área.

En el segundo período, Peke se quedó solo contra Dani Sampayo tras un gran recorte, pero el portero del Juvenil estuvo providencial para evitar el 0-1. Davo también se quedó en situación de mano a mano con el cancerbero local volviendo a fallar. Runy se encontró en una posición franca para rematar un centro lateral en el área pequeña. Al Fabril solo le faltó acierto en un gran partido.