E s mucho mejor tomárselo con cierta ironía para no embadurnarse en teorías de la conspiración, al analizar el tema del “fair play” financiero en el mundo del fútbol. La seriedad brilla por su ausencia, se mire por donde se mire. Tebas presume de cumplir a rajatabla los parámetros marcados, pero se interprete como se interprete, para los terrenales, es imposible reconocer la verdadera realidad.
Sin ir más lejos en el tiempo, cancelada la continuidad de Messi en el club blaugrana, el presidente Laporta sacaba a la luz los números de una auditoría interna. La verdad es que sus cifras dan escalofríos. Se certifica una deuda de 1350 millones de euros. Las primeras preguntas que se me ocurren son… ¿Durante este tiempo se miró para otro lado en la Liga?, ¿Qué control se vino realizando? Si la respuesta fuera negativa, entonces… ¿La junta directiva blaugrana vino engañando a sus socios de forma compulsiva?. Si se concretan operaciones, se puede ver un auténtico dispendio en fichajes fantasmas, pagos salvajes a intermediarios al uso y reparto de dinero a mucho personal que no pegó una patada a un balón en toda su vida.
Pero claro, todo es relativo. Si vemos lo que el mundo occidental se gastó en los últimos 20 años en Afganistán, para ahora dejar a la pobre ciudadanía en manos de unos barbaros, todo ello nos devuelve al pensamiento de que somos “monigotes” al “son” que nos marcan unos incompetentes gestores.
Difícil se ha puesto gestionar la competición futbolística. La Liga por un lado, la Federación por otro y los “grandes” propiciando gestionar una nueva opción a nivel europeo, representan un conglomerado de intereses de compleja comprensión.
Días atrás, el Sr. Lendoiro, sacaba una “epístola” donde ponía los colores a la gestión del “dios futbolístico español” Tebas. No le faltaba ninguna razón. Lo malo, es que el análisis realizado no lo hubiera interpretado de la misma forma cuando él comandaba los destinos deportivistas. Gestionar las ideas propias con el dinero de los demás, resulta sensiblemente muy cómodo.
Se dio el primer paso para que un fondo de inversión metiese la cabeza. Ahora fue el 10% en un plazo a 50 años. Cuando los clubs vuelvan a estar con el agua al cuello, puede ser en 5 o 10 años, se volverá a recurrir a otras fórmulas parecidas y será un añadido del 15 o 20% a descontar. Lo que les decía hace una semana, pan para hoy, hambre para mañana.
¿Cuantos años llevamos tapando huecos a la fragilidad económica del fútbol español?. Cuando las bases se construyen sin fortaleza, siempre se termina pagando un canon de incapacidad. Afganistán es el fiel reflejo.
Finalizo, ¿Y qué les traslado de este nuevo Deportivo?. Pues que a pesar de que se sigue en la tónica de que no entra el balón en la portería contraria, veo otra perspectiva. Un equipo que sabe dónde está y que entiende que necesita crecer de forma conjunta para lograr el objetivo marcado. Un trabajo donde el técnico, Borja Jimenez, tiene mucho que decir y donde será la piedra angular para el desenlace final.
Como siempre un placer.