Lo cierto es que los esperados Juegos Olímpicos de Tokio han pasado con más pena que gloria. Bien es verdad que las circunstancias no son las más adecuadas para su esplendor. Pero también es cierto que, salvo unas cuantas excepciones en distintas modalidades, las pruebas no tuvieron la brillantez que se esperaba de ellas. Y no sólo hablamos de atletismo, que también
El balance de la numerosa delegación española ha sido el más pobre de los últimos años. Tres medallas de oro (en kárate, tiro olímpico y escalada), ocho de plata y seis de bronce ha sido la cosecha lograda por nuestros representantes en la cita asiática.
Quizá se esperaba más de especialidades como vela o piragüismo, pero el buen tono presidió las actuaciones en estos deportes. Lamentándolo mucho, no se puede decir que las medallas doradas (tres menos que en Rio´16) provengan de los deportes olímpicos más representativos, con todos los respetos a nuestro ya desaparecido Jaime González Chas, tirador coruñés de primera magnitud mundial durante muchos años.
En atletismo –el deporte rey en los Juegos– destaca la medalla de bronce de Ana Peleteiro, la única de la especialidad. Ya se sabe que aquí la competencia es brutal y al darse cita los mejores del mundo las posibilidades de destacar bajan notablemente. Aun así hubo algunos finalistas muy meritorios, pero la tónica general fue la de que unos cuantos jóvenes españoles iban a foguearse y que en Francia´24 la cosa será diferente. Está bien, pero de éstas ya hemos oído unas cuantas a lo largo de nuestra trayectoria.
De natación poco se puede decir: la sensación de haber fallado está ahí.
También hizo balance el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, pero no puso los pies sobre la tierra. Dio “un diez” a los atletas españoles y llegó a la conclusión de que “un 55,9 por ciento de nuestros deportistas están entre los ocho mejores del mundo”, algo que no se corresponde con la realidad. Parecía, en su análisis, un Velasco Carballo cualquiera.
Han participado en estas Olimpiadas un total de 204 países (al margen de los grupos que hicieron algunos comités olímpicos), con las principales ausencias de Guinea y Corea del Norte. En cuanto a países vecinos y similares tampoco nos igualamos esta vez con Europa: Gran Bretaña se llevó 22 oros y 65 medallas; Países Bajos, 10 y 36; Francia, 10 y 33; Alemania, 10 y 37; Italia, 10 y 40; Hungría, 6 y 20, y Polonia, 4 y 14. Vean y comparen ustedes, sin hacerle mucho caso a Alejandro Blanco.
