Guille Bueno (Vigo, 2002) ha firmado por el Borussia Dortmund. Aún no se ha hecho oficial, son pocos los que conocen la duración y el resto de detalles de su nuevo contrato, pero lo que está claro es que no seguirá en el Deportivo: ni en el primer equipo ni en el filial. El lateral izquierdo que llegó el pasado verano al club blanquiazul se va a la cantera de una de las grandes entidades europeas.
Tiene buena talla para ser lateral. De peinado desenfadado, es un carrilero profundo, que no se cansa de pisar campo contrario. No es de los que se suelta hacia dentro. Suele estar en amplitud y llega cerca de la línea de fondo para sacar centro o para dar continuidad con pase sobre jugadores interiores. Destaca por sus condiciones físicas y, además, tiene buen pie. Defensivamente se le considera un futbolista muy competitivo, con alguna laguna táctica como en las situaciones de inferioridad –totalmente comprensible teniendo en cuenta su edad–, pero muy competitivo y solidario. Tanto aprieta alto muy intenso con el resto del equipo como guarda bien la posición en repliegue. En definitiva, un lateral moderno y muy completo.
Fue durante la temporada 2019/20 cuando el Deportivo entabló conversaciones con el Areosa para incorporar a ese juvenil de segundo año que había llamado la atención de los ojeadores blanquiazules. La operación se cerró antes del verano y Guille Bueno comenzó la pretemporada con el Fabril. De hecho, disputó el primer partido amistoso del equipo de Juan Carlos Valerón: contra el Bergantiños en As Eiroas. En cambio, empezó la liga con el Juvenil A a las órdenes de Óscar Gilsanz.
Las diferentes bajas por lesión del fabrilista Iñigo Reinoso en el tramo inicial de la pasada campaña en Tercera División y la ausencia de un recambio de garantías para esa posición de lateral izquierdo en la que el parche era Álex Boedo provocaron que Valerón empezase a contar con Guille Bueno para los partidos oficiales.
Se estrenó en liga con el Fabril, nada más y nada menos que, contra el Bergantiños –acabaría la campaña ascendiendo– y en As Eiroas. Aunque sufrió defensivamente, sobre todo con balones aéreos sobre su espalda, mostró descaro en la fase ofensiva. A partir de ahí, fue uno de los jugadores con más minutos disputados en el Depor B en toda la temporada.
Una vez finalizada la campaña con el filial, Guille Bueno regresó al Juvenil A para disputar la Copa de Campeones. Junto a Noel, a Trilli y a algunos más de sus compañeros fue, sin duda, uno de los destacados en las tres eliminatorias: Las Palmas, Real Madrid y Barcelona (final). Disputó los cuatro encuentros de la fase final como titular y solo unas molestias impidieron que disputase todos los minutos. Fue el broche de oro a una campaña para enmarcar.
Guille Bueno fue el juvenil del Deportivo que más partidos y minutos jugó con el Fabril el pasado curso: 19 (18 como titular). Con el Juvenil A siempre estuvo por delante de cualquier otro. En su ausencia, Gilsanz tuvo que buscar soluciones improvisadas: Trilli, Quique Teijo o Mauro. Ganarse la confianza de dos entrenadores en la misma temporada está al alcance de muy pocos. Él lo consiguió.
Finalizada la Copa de Campeones rozando el mes de julio, Guille fue uno de los futbolistas seleccionados por Borja Jiménez para iniciar la pretemporada con los ‘mayores’. Por entonces, sus agentes ya habían recibido el interés formal del Borussia. El Deportivo trató de convencerle con el caramelo del primer equipo, pero la oferta del club alemán era irrechazable.
En los últimos días desapareció de las alineaciones de los amistosos del primer equipo y tampoco disputó minutos con el Fabril. No estaba lesionado, ni mucho menos apartado; estaba cerrando su fichaje por el Dortmund.
