Fin de viaje para una selección que llegó más lejos de los inicialmente esperado. El balance no es malo. Semifinalista de una EURO que tenía muchos candidatos al título. Caer en la tanda de penaltis ante Italia en la penúltima ronda, con un combinado nacional profundamente renovado y superando durante casi todo el partido a la azzurra, es para estar satisfechos con el rendimiento de la roja.
Bien es cierto que, de los seis partidos disputados, solo en una ocasión se pudo vencer en los 90 minutos reglamentarios. El resto fueron cinco empates que se resolvieron en la prórroga y a penaltis.
Paradójicamente, pese a ser el equipo más goleador del campeonato, se ha notado la falta de gol en los partidos que se disputaron ante equipos bien cerrados atrás. El elemento más positivo ha sido el control de balón, el movimiento y fluidez del juego en todas las líneas al que sin embargo le faltó profundidad.
La apuesta de Luis Enrique, valiente y arriesgada apostando por la juventud en detrimento de jugadores con más experiencia en la selección, resultó positiva y esperanzadora. Se perfila un conjunto sólido para los próximos años con un esquema de juego bien definido y una columna vertebral prometedora.
Jugadores como Pedri han demostrado que tienen calidad y carácter para liderar la selección en futuros compromisos. Destacar también a Olmo, Sarabia, Ferrán, Gerard, Fabián y el casi inédito Traoré, que forman una línea atacante versátil y llamada a dar días de gloria al equipo. Azpilicueta y Laporte son las mejores noticias para la zaga española.
Queda aplazado el recambio de Busquets, el eje de la selección, quien da tranquilidad, sentido y ritmo al combinado nacional desde hace años. Habrá que ver cómo evolucionan el resto de jugadores -los que han formado parte de este torneo y los que por unas u otras razones no han podido ir a esta edición de la EURO- para vislumbrar a donde puede llegar este equipo.
También parece que el banquillo de la selección seguirá bajo la dirección de Luis Enrique. La satisfacción con el trabajo realizado por el asturiano ha provocado que el presidente de la RFEF le haya ofrecido aumentar su contrato más allá de la Copa del Mundo de Qatar.
Nos deja esta EURO una sensación de optimismo para el futuro. Los jóvenes han sabido competir en un torneo exigente y se espera que sigan creciendo para llegar a la Copa del Mundo con opciones de disputar el título.