El Deportivo apenas realizó movimientos en un mercado de invierno, que acabó el 31 de enero, marcado por el poco margen que dejó Abanca, la propiedad, para acometer fichajes. Un mes en el que el cuadro blanquiazul firmó dos derrotas y volvió a ganar, tras más de dos meses de sequía
Un solo jugador llegó en el mercado de invierno, Raí Nascimento, procedente del Real Zaragoza, para dar más creatividad al ataque blanquiazul.
El Depor perdió a dos piezas en la delantera, con la salida de Rui Costa al Santa Clara portugués y de Diego Rolan al Pyramids. Y, con todo listo para la llegada de Sergio Moreno, según desveló posteriormente el director de fútbol, Richard Barral, la operación se rompió la noche del cierre de mercado. Subieron del primer equipo el atacante Rayco y el mediocentro Diego Villares, este último pasaría a tener un protagonismo fundamental.
El Deportivo volvió a verse sobrepasado en un nuevo choque a domicilio, en esta ocasión ante el Coruxo en O Vao.
Los blanquiazules se fueron al descanso dos abajo y en el segundo tiempo debutaron Diego Villares y Rayco (Raí, titular, ya había salido de inicio la pasada jornada ante Unionistas).
A pesar de los cambios y de que los herculinos gozaron de ocasiones, el marcador ya no se movería. “Tenemos que ganar los cinco partidos que quedan”, admitía el técnico en su comparecencia postpartido.
El cuadro blanquiazul podía perder la carrera por el ascenso y pasar a tener que pelear por no descender a la Segunda RFEF.
Se producía un relevo en la meta herculina, con la entrada de Lucho García, titular solo en los duelos de Copa del Rey, y que mandaba al banquillo a Carlos Abad. Una situación a la que Rubén de la Barrera trataba de dar normalidad, a pesar de que los trueques en la portería siempre llaman, de entrada, la atención.
Los coruñeses lograban regresar al camino de las victorias ganando al Guijuelo, en un partido sufrido en el que marcaba el único tanto del encuentro José Lara.
“Es un resultado que el equipo y los jugadores merecían”, aseguraba el técnico durante la rueda de prensa posterior.
Poco duraba en el Deportivo la alegría y los nubarrones volvían a asomar de nuevo a la siguiente jornada.
Los coruñeses llegaban a A Malata con el objetivo de seguir sumando victorias para no bajarse del ‘carro’ del ascenso, pero les crecían los enanos.
Ante los verdiblancos volvían a firmar un partido en el que ‘tiraban’ casi media hora y sucumbían por la mínima, debido a un tanto de Pep Caballé.
Una derrota que hacía que se complicasen y mucho las opciones de acceder al playoff, dificultaban incluso el seguir en la Segunda B (la actualmente llamada Primera RFEF) y creaban inquietud en el entorno.
“Hubo 25 minutos en los que el equipo no estuvo”, admitía el técnico, que aseguraba que se “complicaba mucho” el poder estar en el playoff.