Hay mucha diferencia entre las dos importantes competiciones futbolísticas que en el mundo se están disputando durante estas fechas, la Eurocopa y la Copa América, en las que participan los mejores combinados nacionales existentes. Y, gracias a la televisión, ya hemos visto a todos ellos en sus primeras apariciones, unos con mayor fortuna que otros.
Las diferencias entre la Europa futbolística y América son grandes. De entrada, la UEFA destina 371 millones de euros para las selecciones participantes en la Eurocopa mientras que la CONMEBOL dedica 83 millones de dólares para premiar a sus selecciones, bien es verdad que el número de participantes en el torneo americano es mucho menor que en el europeo. El premio al ganador sí es parecido (10 millones de euros por 10 millones de dólares), pero las diferencias entre el subcampeón de cada competición y el resto es abismal.
Cada selección europea cobra por participar en el torneo 9,25 millones de euros mientras que cada americana cobrará 4 millones de dólares. Y, así, en progresión, hasta las rondas finales. La proporción entre unos premios y otros es grande, pero no tanto como la existente entre la Champions League y la Copa Libertadores, que es doce veces mayor a favor del torneo europeo.
Tienen en común ambas competiciones que fueron aplazadas el pasado año por el covid-19. Incluso la Copa América estuvo a punto de no disputarse, aunque el apoyo de las estrellas brasileñas para su celebración vino a ser decisivo, ya que tanto Colombia como Argentina (que lo iban a organizar con anterioridad) renunciaron a sus derechos a última hora. Preocupa, sí, la situación de la enfermedad en Brasil, pero los tribunales de aquel país aceptaron la disputa de la competición con la condición de que los organizadores establecieran un protocolo de seguridad y con la responsabilidad de que responderán ante los tribunales de justicia en caso de que los índices de la enfermedad agraven significativamente la crisis sanitaria del país.
Pero todo avanza, y el fútbol también. Ello nos da confianza para esperar un futuro mejor –tanto dentro del deporte como fuera de él- y nos empuja a acercarnos poco a poco a reanudar una vida lo más cercana posible a la normalidad, como refleja el comunicado de los hosteleros de Sevilla, que se vanaglorian de que la Eurocopa les vaya a dejar directamente alrededor de 30 millones de euros de los 200 que, en términos generales, se consideraba que iban a gastar los visitantes de esa sede. Los bilbaínos se lo han perdido.