En su segunda temporada en Riazor el defensa de 25 años Salva Ruiz vio interrumpida su progresión por las lesiones, que lo tuvieron lejos de los terrenos de juego algo más de un mes.
El valenciano, lateral izquierdo que sobresale por su buen trato al balón, compitió en el ‘carril del 3’ con otro hombre que le puso el listón muy alto, Héctor Hernández, en una pugna muy igualada a lo largo de toda la campaña.
Para su desgracia y la de todo el deportivismo, no brilló al nivel esperado —al igual que el resto del equipo, incapaz de llegar a la fase de ascenso—, no pudiendo imponer en Segunda B la calidad que atesora.
| El jugador valenciano tuvo que afrontar desde el inicio de curso una dura competencia con Héctor Hernández, fichado el pasado verano. Salva Ruiz comenzó con mal pie la pretemporada, puesto que se lesionó ante el Pontevedra en un amistoso en Pasarón. Un contratiempo que puso en entredicho su concurso frente al Salamanca UDS en la primera jornada de Liga. Sin embargo, logró sobreponerse a esta dolencia para estar en el once en el primer triunfo del ejercicio 20-21. Sería en la segunda jornada, en la visita a la SD Compostela, cuando sus músculos se vieron obligados a parar por una rotura fibrilar. Habían transcurrido solo veinte minutos del enfrentamiento del Vero Boquete cuando tuvo que ser sustituido, en un duelo atípico en el que el Depor perdió a sus dos laterales titulares —Bóveda también cayó— en menos de una hora de juego. En el cómputo global de la temporada, Salva Ruiz disputó un total de 16 encuentros de Liga, 15 de ellos siendo de la partida inicial. Acumuló 1.177 minutos, en los que no fue capaz de anotar pero sí brindó una asistencia de gol. En el capítulo disciplinario ha visto cuatro cartulinas amarillas, por ninguna roja. Una temporada muy discreta para un jugador capacitado técnicamente para dar mucho más de sí mismo. |
Salva Ruiz, talento de cristal
