Nos sucede todos los años. Que llega el mes de mayo y empezamos a recordar efemérides de nuestro RC Deportivo. Es llegar el día 19 y empezar todos a entonar el “¡cómo me voy a olvidar!” recordando la Liga del año 2000. Tampoco se nos olvida a muchos lo sucedido un 14 de mayo con un penalti. Y no somos pocos los que llega el 22 de mayo y recordamos lo sucedido también en Riazor en un partido contra el Rayo. Y, como no, nadie se olvida de lo que empezó un 24 de junio y acabó 3 días después tras un diluvio universal que obligó por primera y única vez a suspender una final. Y es que a los deportivistas nos gusta presumir de esos records imposibles que tenemos: ganamos la Liga un viernes y la Copa un martes, es decir, los días que nunca se juega ninguna final. Y ya para completar la escena, tampoco olvidaremos jamás lo que nos pasó un 6 de marzo de 2002. Desde ese día los deportivistas tenemos otra curiosa característica: muy pocos saben el día en que se fundó nuestro club (creo que fue un 8 de diciembre, pero no podría asegurarlo), pero eso sí, nadie se olvida del aniversario de la fundación del Real Madrid.
Pues bien, este próximo miércoles, 9 de junio, se cumple nada menos que el 30º aniversario de otra fecha señalada. El ascenso a Primera tras 18 años sin estar en la máxima categoría. Para muchos deportivistas, entre los que me incluyo, 1991 es por antonomasia “el año del ascenso”. Y así lo fue durante los 20 años siguientes que estuvimos en Primera. Muchos de nosotros, los nacidos en los años del baby boom en España nunca habíamos visto hasta entonces al Deportivo en Primera y crecimos en los 70 y los 80 viendo a nuestro club siempre en Segunda y hasta con dos descensos, uno a Tercera cuando no había ni Segunda B ni Primer RFEF ni nada de eso y otro a Segunda B en 1980. Después, tras los ascensos de 2012 y 2014, el ascenso de 1991 ya no era el único, pero para muchos de nosotros siempre será “el año del ascenso”. El año en que se quemó la cubierta de Preferencia, que pudo ser una desgracia, y que acabó siendo una fiesta.
Supongo que se escribirá mucho estos días de esta efeméride. Y está muy bien recordarlo, claro que sí. Pero a mí me gustaría recordar una característica de aquella temporada 90-91 del RC Deportivo y que se ha repetido en las mejores temporadas: la fortaleza en Riazor. En aquel año, el Deportivo ganó en Riazor 17 de los 19 partidos. Sólo cedimos un empate ante la UD Las Palmas en la 3ª jornada y una derrota ante el Eibar en la segunda vuelta. Lo demás, todo victorias. Fuera de casa tan solo ganamos 3 partidos y empatamos un puñado de ellos, pero fue la fortaleza de Riazor la que nos hizo mantenernos arriba todo el año y acabar consiguiendo ascender. Una circunstancia parecida sucedió en la 2011-2012, con 18 victorias de 21 partidos. O el año de la liga, con 16 victorias de 19 partidos (recordarán aquella frase de Irureta al inicio de la segunda vuelta, “ganando los de casa y uno fuera somos campeones”).
Aún queda mucho para la siguiente temporada. Muchísimo. Pero ahora que volveremos a tener una liga “normal” y esperemos que con público, no olvidemos que gran parte del éxito estará en hacer un fortín de Riazor. Como en el “año del ascenso”.
