“No preguntes qué pueden hacer tus compañeros por ti. Pregúntate qué puedes hacer tú por ellos”. La cita es de Earvin Magic Johnson, un jugador que no necesita presentación y que en los años 80 cambió la manera de entender el baloncesto. De Palatine (Illinois), a unas cuatro horas de Lansing (Michigan), donde nació el mito, es Zach Monaghan, el Mago del Básquet Coruña.
En la última victoria naranja, el pasado sábado contra el Alicante (71-64), Monaghan completó su transformación de escolta anotador a base pasador, haciendo buena otra conocida frase de Magic: “Una canasta hace feliz a una sola persona; una asistencia, a dos”.
El 22 del Básquet Coruña ejerció de director de juego casi sin mirar el aro. Firmó ocho pases de canasta, su tope esta temporada y más del doble de los que promediaba en los 22 partidos anteriores (3,3). Y sólo intentó cuatro tiros, casi la mitad de los que acreditaba por encuentro hasta el sábado (7,6).
Actitud, trabajo y madurez
El cambio de rol del estadounidense responde a la baja de Augustas Peciukevicius, base titular y que no volverá a jugar este curso por lesión: “Traje a Zach de vuelta con la idea de que jugase de escolta y creo que estaba rayando a un nivel altísimo en esa posición, que es la suya la suya natural, pero ha demostrado buena actitud y trabajo para ayudar como base”, reconocía el técnico Sergio García en una entrevista para este diario.
Monaghan vive su tercera etapa en A Coruña y en marzo cumplió 150 partidos de naranja en plena madurez (28 años). Aquí se forjó como profesional entre 2015 y 2019 tras acabar su ciclo en el básquet universitario estadounidense y un breve interludio con el Limburg belga en 2017. Hace dos años lo intentó de nuevo en su país con los Erie BayHawks (filial de los New Orleans Pelicans de la NBA), pero le cortaron y probó en el Beroe búlgaro antes de que García le reclutase de nuevo.
En línea ascendente
La quinta temporada del Mago en el Básquet Coruña se resiente en términos estadísticos por el sentido más colectivo del juego, pero aún así se las arregla para brillar. En 23 partidos promedia 10,1 puntos (11,3 en la segunda fase) con un 50% de acierto en tiros de dos (50%), 40% en triples (43%) y 79% en libres (91%), además de 3,6 asistencias (4,9), 1,8 rebotes (2) y 1,2 robos de balón (1,7) en 22 minutos.
En siete partidos del Grupo Oro-Clasificación mejora casi todos sus registros de la primera fase. Y lo que le queda. Su historial dice que es en los playoffs cuando más rinde. Es un jugador que se crece en los momentos importantes y pide la pelota el clutch time. Contra el Alicante lo volvió a demostrar al anotar un triple desde ocho metros para cerrar la victoria naranja a 1:14 del final.
Con diez puntos (2 de 4 lanzamientos desde el arco y cuatro tiros libres sin fallo), ocho asistencias, tres rebotes, tres recuperaciones y 25 de valoración, el Mago de Palatine pide sitio en el quinteto ideal de la jornada 16 en LEB Oro. Sólo le superan Alec Wintering (Melilla, con 38), el ex Básquet Coruña Sean Smith (Palencia, 32) y Devin Schmidt (Cáceres, 29).