Aquella predicción que hicimos tras la derrota en O Vao era cierta. Quedaban cinco partidos y había que ganarlos todos si queríamos entrar en la segunda fase en el grupo de los mejores. Al final ganamos 4 de 5 que, honestamente, nadie pensaba que íbamos a lograr. Porque no nos engañemos, al final de la jornada 15, tras perder en Ferrol, estábamos de sextos, a sólo dos puntos del Pontevedra que era séptimo, con unas sensaciones bastante malas y temiéndonos no sólo un nuevo descenso, sino dos descensos. Luego vinieron tres victorias consecutivas y las cosas cambiaron radicalmente. Lógico. En una liga de 18 partidos las diferencias de puntos iban a ser pocas. Y así nos ha ido. Antes de la jornada 1 nos íbamos a clasificar de primeros con holgura, luego rezamos por no quedar entre los 4 últimos y finalmente volvimos a ilusionarnos. Y otra vez el palo el último día. Otra vez toca levantarse.
Y es que da rabia no haber quedado entre los tres primeros. Pero no sólo porque no nos haya favorecido ningún resultado sino porque habríamos empezado la segunda fase a 10 puntos del Burgos, pero a solo uno o dos puntos de los demás, con lo que se podría decir que empezaríamos todos de cero y simplemente habría que quedar entre los tres primeros para llegar al play off final. Y tendríamos 6 partidos para conseguirlo y en el mejor momento de la temporada. Pero qué se le va a hacer. No ha sido así y ya no hay que darle más vueltas. Quien sabe, igual luego nos eliminan en uno de esos play off de ascenso y el chasco hubiera sido mayor. Que lo de Son Moix aún lo tenemos fresco.
Nos ha vuelto a pasar lo mismo de los últimos años. Los tres equipos que han quedado por encima no son ni de lejos mejores que el Deportivo. El Zamora no nos inquietó en ningún momento el domingo pasado.
Al filial vigués le metimos 3 y bien pudo caer alguno más. El Unionistas no nos hizo ningún gol en los dos partidos… Y poco más o menos nos sucedió el año pasado. Bajamos y ni equipos como la Ponferradina o el Albacete demostraron ser mejores. Por no hablar de los partidos que hicimos ante Elche, Huesca y Cádiz en la segunda vuelta. Pero ellos ahora están en Primera y nosotros en Segunda B como mínimo un año más. La liga es así, hay que mantener una regularidad. No vale de nada ser muy bueno al final si te has tirado todo el año dando tumbos. Y eso es lo que le ha pasado al Deportivo. Otra vez.
Y ahora toca lo de siempre. Levantarse. Otra vez hay que levantarse. Pero con una particularidad respecto a otros años. Esta temporada se juega “a cachos” y ahora lo que hemos perdido es la posibilidad de ascender. Es decir, antes nos llevábamos el palo al acabar la temporada, pero ahora hay que seguir con otra fase más. Ahora toca jugar por quedarnos en esa cosa que le llaman Primera RFEF o Segunda B Pro o como sea. Mi abuelo siempre decía que eso de la Segunda B era la Tercera División de toda la vida. Y razón no le faltaba. La Segunda B es la tercera categoría del fútbol español. Y da igual como quieran llamarla, pero es lo que tenemos y es a lo que tenemos que agarrarnos. Empezamos esta segunda fase con cuatro puntos respecto al tercero y tenemos seis partidos que disputar. Sobre el papel somos muy superiores a los rivales a los que nos vamos a enfrentar, pero eso tenemos que demostrarlo. Ya bastantes chascos nos hemos llevado en la primera fase del campeonato como para ir ahora de sobrados. Vamos a aprovechar esta buena racha y ojalá pronto podamos asegurar esa Segunda B Pro y podamos olvidar esta temporada para pensar ya en la siguiente. Y nada, que toca levantarse de nuevo. Que no se diga que no tenemos experiencia.