El plantel del RC Deportivo se trasladó en la mañana de ayer al estadio de Riazor, en donde a puerta cerrada continuó preparando el decisivo encuentro del domingo a las 11.30 horas en Barreiro frente a un rival directo en la lucha por el ascenso como el Celta B.
El entrenador deportivista Rubén de la Barrera aprovechó el hermetismo del coliseo blanquiazul para matizar diferentes conceptos tácticos que su conjunto debe trasladar al terreno de juego el fin de semana, en una contienda en la que solo vale ganar.
A diferencia del test en la previa —el miércoles—, el míster ya pudo disponer del concurso de piezas claves en su engranaje defensivo como Eneko Bóveda y Borja Granero, así como también la de José Alonso Lara en el plano atacante.
Ya recuperados después de haber sido dosificados, esta terna podría ser de la partida frente al filial celeste.
Para esta cita, correspondiente a la 17ª jornada de Liga, será baja segura Derik Osede —con rotura del tendón de Aquiles—; Celso Borges, por su parte, no pudo ejercitarse a lo largo de la presente semana debido a una lesión fibrilar y tendrá también muy complicado llegar al encuentro del fin de semana —ya se perdió por este motivo el duelo ante el Pontevedra del pasado domingo—.
Diversas tareas
A lo largo de las casi dos horas de duración del entrenamiento de ayer, los futbolistas herculinos llevaron a cabo diferentes ejercicios en los que, siempre según un comunicado del club, se hizo énfasis en diferentes aspectos del juego como posesión, salida de balón o presión al rival.
Sin sancionados y con solo dos lesionados, el técnico podría dar continuidad en Vigo a la base del equipo que doblegó el pasado fin de semana al Pontevedra.
Es decir, siempre con Lucho García en portería, el resto del equipo podría estar configurado por Bóveda, Mujaid, Borja Granero, Héctor Hernández; Keko Gontán, Diego Villares, Álex Bergantiños, Borja Galán; Raí y Miku.