Carlos Arévalo llevará el nombre de Betanzos hasta Tokio, los primeros Juegos Olímpicos de su carrera después de conseguir la clasificación en el selectivo disputado ayer en el campo de regatas de Trasona, en Asturias.
El betanceiro se adjudicó la plaza del K1 200 metros de la selección española al imponerse en las dos series de la jornada, ambas por delante del cuádruple medallista olímpico Saúl Craviotto (dos oros, una plata y un bronce), un resultado que le da valor añadido a las dos victorias de Arévalo.
El palista del Ría de Betanzos se impuso en la primera serie con un tiempo de 35.204 por delante del Craviotto (35.803), segundo, Cristian Toro (36.392), tercero, Carlos Garrote (36.569), cuarto, Marcus Cooper Walz (36.797), quinto, y el cangués Rodrigo Germade (37.291), sexto, todos ellos palistas de primer nivel con medallas en Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos.
Arévalo también se impuso en la segunda manga, que se celebró dos horas más tarde con un orden similar. El betanceiro rebajó la marca de la primera serie (34.643) y se impuso por poco ante Craviotto (34.777), Garrote (35.305), Toro (35.446), Cooper Walz (36.162) y Germade (36.269).
Momento dulce
El éxito de Carlos se debe a un trabajo de preparación para alcanzar el punto óptimo de forma: “Estoy en un momento de muy bueno. Sabía que el selectivo era muy duro, pero las sensaciones entrenando estos días eran fantásticas, y en la prueba las he reproducido”, comentó el betanceiro.
“Haber conseguido la plaza en K1 supone una satisfacción enorme y me da un empujoncito, pero sigo centrado en el objetivo que es el K4, en el que nos quedan unos test muy duros por delante”, añadió Arévalo, que compartira tripulación con los que ayer fueron sus rivales en seis series contrarreloj de K4 500 metros en busca de una nueva plaza para la Copa del Mundo y los Juegos de Tokio.