Con el objetivo de sorprender al Pontevedra el próximo domingo, en una contienda decisiva para seguir con vida en la carrera por meterse entre los tres primeros clasificados del subgrupo A, el RC Deportivo trasladó su entrenamiento de ayer al estadio de Riazor.
Bajo el hermetismo del coliseo blanquiazul a puerta cerrada, el cuerpo técnico de Rubén de la Barrera incidió especialmente en la táctica, estudiando diversas variables a poner en práctica ante los granates.
El míster coruñés movió diversos patrones de juego, algunos de ellos provisionales y a emplear hipotéticamente según la evolución del encuentro.
Entre los dibujos que el técnico tiene en mente y que repasó sobre el césped del recinto municipal coruñés figuró también uno con cinco defensas, a tener en cuanta frente a un contrincante que conjuga la presencia de dos ‘nueves’ de la talla de Charles y Rufo asiduamente en su alineación titular.
Sin lesionados
De la Barrera pudo contar en sus probaturas de ayer con su plantel al completo; una gran noticia que le permitirá el fin de semana manejar numerosas alternativas tácticas, puesto que el club tampoco arrastra ninguna sanción en el plano disciplinario.
Una de las mayores incógnitas en el once deportivista radica en la identidad del delantero centro que arranque de inicio ante el Pontevedra.
El internacional venezolano Miku, ya repuesto de sus dolencias en la musculatura aductora, posee muchos boletos para salir de inicio, aunque el míster también sopesa la opción de otorgarle ese privilegio a hombres como Rayco, Beauvue o incluso Borja Galán, con el que probó como futbolista más adelantado en el entrenamiento del miércoles.
Los dos ensayos que restan semanales —hoy y mañana a las 11.00 horas en Abegondo— se antojan cruciales para que el ‘staff’ técnico herculino deje entrever sus intenciones de cara al compromiso correspondiente a la 16ª jornada de Liga. Una final en la que vencer sería seguir con vida.
