Y a estamos en octubre que, además de tener que  prepararme  para mi próximo cumpleaños, nos abre la puerta a la puesta en marcha del Deportivo en la Segunda B. Sí, un par de semanas y nuestro Deportivo empezará a ponerse en marcha para volver a dónde tiene que estar, la Segunda A, pero arrancando con todas sus fuerzas en el grupo que le corresponde de Segunda B.
No cabe duda que el primer paso, compitiendo en el grupo correspondiente de Segunda División B, está obligado a comportarse como le corresponde en este grupo galaico-castellano en el que está inmerso desde el primer momento.
Lo que le espera es una lucha, más que encarnizada, porque el Deportivo ya está marcado como en gran rival de la tabla al que hay que superar como sea. Son nueve lobos con piel de cordero que, desde los primeros minutos de cada encuentro, los blanquiazules coruñeses están obligados a salir a por todas, como suele decirse.
Serán partidos con público, como prometió la Federación Gallega de Fútbol y que, al menos en el estadio Abanca-Riazor, el deportivismo no va a fallar en absoluto, tanto los veteranos seguidores de siempre como los que han ingresado recientemente en la familia blanquiazul. En total ya suman más de 17.000 los abonados, unas cifras de récord.
El primer rival, allá para el 18 de octubre, será sin duda el equipo más potente del grupo de Segunda B, el Salamanca, ya que el resto de los rivales, en doble confrontación, en principio hasta el 21 de marzo, frente a seis gallegos —Pontevedra, Racing de Ferrol, Coruxo, Celta B y Compostela— además del Zamora, Guijuelo, y Unionistas de Salamanca. Hay que clasificarse para entrar en la siguiente competición para seguir aspirando a verse en Segunda A.