No todas las canciones que se terminan entonando en los estadios nacen pensadas para abrazar el sentimiento de una afición hacia su equipo. Algunas llegan por conexión emocional, más allá de que mencione o no el nombre de un club, sus colores o el estadio en el que juegan.
En A Coruña, hay una melodía que no habla de fútbol, ni menciona el nombre del Deportivo, pero cada vez que suena, un deportivista no puede evitar sentirse identificado con su letra. Xoel López, sin quererlo ni buscarlo, escribió con 'Lodo', una canción con una letra y un fondo sentimental que le va como un guante al club y a su historia reciente.
En sus versos dice: "Si estás atrapado en las sombras, aguarda, del lodo crecen las flores, más altas", y cualquiera que haya seguido al Dépor en los últimos años sabe lo que eso significa. Caer. Hundirse. Dudar. Y aun así, seguir. Levantarse. Volver. Como quien se arrastra por el barro para alcanzar la luz. Como un equipo que se reconstruye desde la herida, pero sin perder el alma.
Xoel López, músico coruñés y reconocido seguidor del Dépor, compuso 'Lodo' desde un lugar muy personal. No pensaba en fútbol cuando la escribió, pero en sus versos se intuyen emociones universales: la lucha, la esperanza, el dolor, la belleza que a veces se esconde en lo más oscuro. Y eso, para el deportivismo, no es ajeno.
En el mundo del fútbol no es extraño encontrarse este tipo de casos, de hecho uno lo tenemos muy cerca. El Racing tiene 'Ferrol', un canción emocional de Los Limones que suena en A Malata y habla sobre el sentimiento de los ferrolanos que se niegan a abandonar Ferrol pese a que la situación no sea la mejor. A nivel europeo 'You’ll Never Walk Alone' es el himno por excelencia. Una canción compuesta en 1945 para un musical de Broadway que se ha convertido en una de las canciones más famosas en el mundo del fútbol. Liverpool, Celtic de Glasgow y Borussia de Dortmund son los tres clubes que han adoptado la canción y sus inicios de partido son un referente a nivel mundial.
El City canta Blue Moon desde hace décadas. Una balada que se cantó por primera vez en 1934 y a través de diversas versiones, inolvidable la de Sam Cooke y sobre todo la de The Marcels a principios de los sesenta, ha desembocado en el himno extraoficial del equipo que ahora dirige Pep Guardiola. También los 'citizens' adoptaron en los últimos años la famosa canción del dúo mancuniano Oasis, 'Wonderwall' con el añadido de que los hermanos Gallagher son aficionados del Manchester City.
En el norte de Londres, los 'gunners' no encontraban un himno que galvanizase a afición y equipo en los momentos señalados de un partido, en especial antes de iniciarlos. No necesitaron una canción a medida. Adaptaron una parte de 'The Angel', obra del cantautor Louis Dunford lanzada en febrero de 2022 que no habla del Arsenal, pero como si lo hiciera. El flechazo ha sido tal que a la gente se le caen lágrimas cuando se entona en el Emirates. "North London forever / Whatever the weather / These streets are our own / And my heart will leave you never / My blood will forever / Run through the stone".
Más famoso entre los jóvenes es el mítico 'I’m Forever Blowing Bubbles' del West Ham. Esta canción se popularizó más allá de estadio 'Hammer' gracias a la película 'Green Street Hooligans', que nos adentra en el grupo de hooligans del club londinense. La cultura anglosajona es referente en esta adaptación de canciones a himnos, los aficionados del Hibernians escocés entonan 'Sunshine on Leith' una canción en la que The Proclaimers glosan con emoción y un maravilloso acento escocés la gloria y la miseria de vivir en Edimburgo a finales de los 80. Los Hibs lo adoptaron como himno y nunca lo entonaron con mayor orgullo que cuando en 2016 ganaron la Copa tras 114 años de abstinencia y jugando en Segunda División. "My heart was broken / My heart was broken / You saw it, you claimed it / You touched it, you saved it".
Estas 'apropiaciones' también ocurren a nivel de selecciones, y, como no, la selección inglesa y su 'Sweet Caroline' es uno de sus mejores ejemplos, aunque más conocido se hizo la canción de 'Muchachos' de La Mosca, que acompañó a la selección albiceleste a conseguir su tercer Campeonato del Mundo.
Son muchos más los ejemplos de canciones ajenas al mundo del fútbol que lograron conectar con una afición mucho más que aquellas que nombran a su equipo o su ciudad, estas canciones que un día cruzaron la puerta del estadio y se quedaron para siempre.
En A Coruña aún no ha ocurrido algo así de forma masiva. Pero sí que podría llegar a germinar esa idea: la de que el Dépor no necesita una canción de encargo, sino que quizá ya tenga una banda sonora perfecta sin haberla buscado. Que no hace falta que diga “Riazor” ni “blanquiazul” para reflejar el alma de una afición que nunca se rinde.
Todavía no es un cántico de grada. No se escucha al unísono antes de los partidos. Pero 'Lodo' representa algo más que una buena canción. Representa un sentimiento. Un estado de ánimo. El camino de un club que ha aprendido a florecer desde abajo, sin renunciar a su esencia.
Quizá el Dépor nunca tenga un nuevo himno oficial. O quizá ya lo tenga, solo que aún no lo sabe.