Ayer Miguel Otero, candidato a presidente se presentó en el club con el fin de solicitar ver el libro de accionistas y salió como entró, sin poder hacerlo. Le asiste el derecho, pero en el Depor ya en ocasiones anteriores fracasaron todos los que lo intentaron.
Otro tema, el entrenador. Carmelo confía en Natxo González, que ya se despidió de Zaragoza. Me dicen que es muy serio trabajando y de tener pocos amigos. Cuando llamas solicitando referencias parece que no se lleva la palma a la simpatía, pero bueno lo importante es que ascienda al equipo a la primera. Lo contrario, un fracaso.
Tino Fernández debe estar muy preocupado. El pánico parece haberse instalado en la sala de juntas del Consejo de Administración del Depor. Ni la campaña de abonos, ni las nuevas equipaciones y tampoco se salió a contestar a una candidatura que tacha de “prácticas mafiosas” a los actuales dirigentes. Algo tiene que ocurrir y no se dice para temer tanto a las preguntas de la prensa.