A día de hoy, afortunadamente el Depor es un club con viabilidad, credibilidad y con un futuro viable, gracias a la gestión (todo hay que decirlo) del actual consejo de administración, que en el apartado de la gestión económica se lleva un notable alto.
Pero donde suspenden Tino Fernández y los suyos, sin duda, es en el apartado deportivo desde que asumieron el control de la entidad. No han acertado ni con la dirección deportiva, ni con los fichajes y mucho menos con los entrenadores. El presidente, me imagino que con muy buenas intenciones, llegó a meterse en temas del propio vestuario y eso dice poco de un dirigente serio. Un pecado que la entidad ha pagado con creces. Lo que de verdad asusta de estos consejeros, que dieron muestras de ser más aficionados que directivos en lo referente a la plantilla, es que sean los que tengan que tomar la decisión de elegir al futuro director deportivo. Eso es lo que pone los pelos de punta. Erizados.