A Coruña ha sido una referencia nacional en proyectos de deporte participativo. Eduardo Blanco, en su etapa de concejal, puso a la ciudad en la cumbre potenciando las escuelas municipales y exhibiéndolas en el cierre de la temporada en la calle. Basta con echar mano de la hemeroteca para detenerse en las impresionantes cifras de participación. El deporte tenía un enorme protagonismo, tanto que se celebraba la denominada Cena del Deporte y en la misma se destacaba la labor realizada, tanto por deportistas como por aquellos ciudadanos que tomaban parte de forma activa en su actividad.
Pero en los últimos tiempos A Coruña ha perdido posiciones en este modelo que en su día se exportó a muchas otras ciudades de España. Con la anterior corporación municipal se perdieron cuatro valiosos años, como en otras muchas parcelas, pero se potenció el pelotazo a los ‘amigos’ que le lavaban la cara y se cargaron directamente todo lo realizado en años anteriores. A día de hoy, parece que en el Concello, con Inés Rey a la cabeza, el Deporte tiene concejalía propia y eso es un paso de gigante.
Mónica Martínez tendrá la misión de poner otra vez el deporte herculino en lo más alto. La participación ciudadana en las actividades debe de ser otra vez una prioridad. Son esperanzadoras las expectativas generadas con el nombramiento de las personas que le acompañan en su equipo. Que el Concello recupere otra vez la iniciativa del deporte coruñés es un reto.