Sinceramente se hace un drama por cualquier cosa. Insisto en más de lo mismo. Es normal querer y desear que el Depor, además de ganar, nos haga disfrutar. Sin embargo, de ahí a generar un debate sobre el entrenador, me parece un tema absurdo y que carece de sentido. Son ganas de discutir por discutir.
Como son ganas de tocar las narices sobre por qué no se celebra el Trofeo Teresa Herrera en tiempos de Covid-19, en una época donde ayer mismo se pautaron medio millar de muertos. Donde se evita, desgraciadamente, que se reúna la gente. Donde, además, la autoridades de Sanidad han decidido cerrar la Hostelería, empobreciendo con ello un poco más nuestra sociedad: más paro, más ruina y menos esperanza.
Claro que el Decano de los torneos veraniegos merece toda la atención del Concello de A Coruña, entidad organizadora, con el apoyo del Depor. De hecho el actual consejo de administración del club blanquiazul tenía apalabrado al Atlético para jugar contra los de Fernando Vázquez y al Real Madrid para ante las de Manu Sánchez.
Imagino que a día de hoy, con la esperanza del antídoto (vacuna) contra el coronavirus en un horizonte no muy lejano, se pueda volver a la normalidad de antaño, no a la ‘nueva’ que estamos viendo que es peor; y se tomarán en serio el Teresa Herrera, que este año cumpliría 75 años, sus ‘Bodas de Brillantes’. Su celebración, allá para el próximo curso, podría servir para festejar el retorno del Depor al fútbol profesional.