Ayer presentaba Fernando Vidal a los medios de comunicación su primer análisis de la situación del RCD desde su reciente llegada a la presidencia. Habló de la deuda real a fecha de hoy y de los intereses a los que hay que hacer frente en los próximos años para presentar la ampliación de capital que convertirá a Abanca en el principal accionista del Depor.
Son datos que conviene recordar a los socios. Su llegada al sillón se produce en el momento más bajo del equipo, hundido en la última posición de la tabla y abocado al descenso de categoría. No engañó a nadie cuando se presentó al puesto con un acuerdo con el principal acreedor (Abanca) como garantía de viabilidad del club. En aquellas elecciones nadie fue capaz de formar una candidatura con soluciones solventes que abordaran la delicada situación deportiva y económica que atraviesa el Depor. Los socios le otorgaron su confianza conociendo su programa, una propuesta que ayer volvió a recordar de cara a la Asamblea que deberá permitir la ampliación de capital y la entrada en el mismo de Abanca.
Pasar de una SAD falsamente llamada “popular” –hay que recordar que había dos o tres accionistas de referencia con capacidad de gobernar al RCD- a una estructura en donde la entidad bancaria coruñesa va a ser mayoritaria requiere hacer un ejercicio de reflexión.
En los tiempos que corren, pocos clubes pueden descargar las exigencias económicas que acarrea la alta competición en sus socios, personas que bastante tienen con pagar el abono anual para ver a su equipo. Sería suicida, por no decir impensable, que los pequeños accionistas tuvieran que desembolsar gran parte del presupuesto de un equipo como el Depor.
Confiar el futuro a medio plazo en una entidad gallega, con sede en A Coruña, y con la que tienes comprometida la mayor parte de la deuda, es la opción más factible. No nos engañemos pensando en inversores rusos, árabes o chinos que supuestamente llegan cargados de dinero para invertir y que, además de deslocalizar la toma de decisiones, resultan ser muy poco fiables. Ejemplos en la Liga española hay un montón. Pese a todo, no se presentó ningún “benefactor” o caballo blanco para salvar al cuadro blanquiazul.
Pensemos que la opción presidencial de incorporar a la entidad bancaria coruñesa al capital social es la única vía de salvación hasta la fecha. A partir de la previsible aprobación del capital y la entrada de Abanca habrá que pensar que la vida continúa, con cambios eso sí, pero también con un renovado optimismo. @pgarcia_ramos