Desde 1998, año en el que desembarca en el Deportivo Augusto César Lendoiro, y hasta el cambio de Presidente en 2014 desfilaron por el banquillo coruñés doce entrenadores en veintidós años. Sólo en los últimos seis años han dirigido al primer equipo un total de diez. También se ha reestructurado el organigrama del Club en varias ocasiones con resultados  poco visibles por no decir imperceptibles.

Por no hablar de todos los jugadores que en calidad de cedidos, fichados o prestados han engrosado la plantilla del Depor a los largo de la última época. ¿Quién recuerda de memoria una alineación de la era contemporánea?

Pero ¿qué resultados se esperan de todos esos cambios? Pues varios. En primer lugar ver al Club en la máxima categoría y, en segundo término, constatar como asoman al primer equipo jugadores de la cantera. En ese sentido las consecuencias de todas esas mudanzas sólo pueden calificarse de desoladoras. 

Salvo el impulso que se ha dado el futbol femenino, muy vinculado al boom de la mujer en el deporte, poco o nada se puede decir de la gestión deportivista en su última etapa.

La semana pasada se cerraba el organigrama deportivo -formado por grandes desconocidos para la afición- capitaneado por Carmelo del Pozo. Después de dos años en el cargo habrá que preguntarse cuál ha sido la aportación del director técnico del RCD y, sobre todo, cuándo se verán los frutos de esa gestión. 

Vale la disculpa del tope salarial, de las dificultades económicas del Club pero los vaivenes son perceptibles. Ni hay equipo para optar al ascenso, principal objetivo del Depor, ni se ha visto debutar a jugadores formados en la cantera. Es más, las últimas perlas criadas en Abegondo han optado abandonado el Club o, en el peor de los casos, se les ha abierto las puertas de salida.

Habrá que comenzar a poner plazos a estas políticas encaminadas a consolidar una estructura estable, que nunca acaba de ser estable, mientras el Depor sigue perdiendo potencial y aspiraciones.

Va siendo hora de transmitir algo de garra y espíritu guerrero a la plantilla y cuerpo técnico para pelear por el lugar donde le corresponde al equipo coruñés. Nadie dijo que el ascenso sea fácil o un tema restringido a los mejores. El éxito va más ligado al compromiso, la lucha y la constancia.

@pgarcia_ramos