Había que ganar al Tenerife y se ganó. Después de 19 partidos sin conocer eso que se llama victoria, por fin en el Abanca-Riazor se anotaron 3 puntos como antes se habían sumado el pasado mes de agosto, en la primera jornada de LaLiga Smartbank, con un apretado 3-2 frente al Oviedo. Un pasado más que lamentable que es preciso olvidar cuanto antes y prepararse para una decisiva segunda y definitiva de la competición que nos permita abandonar el farolillo rojo de la tabla y, como mínimo, mantenerse con dignidad en la liga y por tanto en la categoría.
Tiempo hay de sobra, pero siempre y cuando se ponga en marcha los importantes cambios, que ya se han puesto en marcha, para ser el Deportivo del primer tiempo ante el Tenerife y con los refuerzos que vayan gestionándose y sin que no lleguen de la mano de Carmelo del Pozo, que ya bastante tendrá para deshacerse y colocar a un buen puñado de los que vinieron a La Coruña para afrontar la campaña y que poco tendrán que ver ya desde la primera jornada de la segunda vuelta.
Así de claro y así es el compromiso del nuevo equipo que dirigirá el club y que tiene como primer plato fuerte la visita al campo de Los Pajaritos del Numancia de Soria, señalado para el 5 de enero, partido al que dedicaré la siguiente columna como corresponde, sin olvidar que en la primera vuelta, aquí en el Abanca-Riazor, nos empató (3-3) en un partido que ganaban los blanquiazules 3-1 a diez minutos del final.
Tanto Fernando Vidal, el nuevo máximo representante del club, como Fernando Vázquez, el de Castrofeito, en calidad de responsable del equipo, son los que habrán de centrarse en que la entidad deportivista, así ente todo lo que se refiera a la economía del club, ya que experiencia no le falta, como el incorporar a la plantilla lo mejor que lo permitan los euros que tanta falta hacen, ya que la nueva andadura de los blanquiazules está a la vuelta de la esquina y, desde ahora mismo.
Lo único que importa es que el equipo adquiera y exhiba esa calidad y entrega que, los de hasta ahora, poco, muy poco han demostrado en la primera parte de la competición. Manos a la obra que La Coruña y el deportivismo bien se lo merecen. ¡Forza Dépor!.
