Como era previsible, llegó la primera derrota tras una serie formidable de victorias. Y fue de una manera natural, nada traumática, ante un rival muy potente que está llamado a situarse entre los equipos que luchen por el ascenso. Del partido destacar lo positivo: el Depor compitió, se rehízo después de un gol en contra tempranero e incluso, tras la expulsión de Gaku, el equipo llegó con peligro al área zaragozana. La parte más negativa fueron los errores atrás, sobre todo en centros mal defendidos a balón parado.
Si algo tiene de emocionante la Segunda División son las fluctuaciones en la tabla clasificatoria. Un domingo estás a cinco puntos de la promoción y al siguiente a dos del descenso. No debemos de olvidar que este equipo comenzó la competición con aspiraciones de retornar a Primera pero las circunstancias obligaron a reconducir los objetivos. Hace apenas dos meses cerraba la tabla y estaba casi desahuciado, incluso con serias dudas sobre su supervivencia en caso de descenso.
La magnífica racha triunfal de los blanquiazules estimularon las posibilidades de alcanzar la promoción. Conviene seguir con la ilusión sin olvidar que la prioridad es salvar la categoría y reforzar la autoestima para pelear la temporada 2020/2021 por el retorno.
Llega un partido señalado contra el Lugo. Más allá de un duelo regional descafeinado – no olvidemos que el auténtico derbi es contra el Celta- se trata de un encuentro entre dos equipos que pelean por salvarse y están separados por dos puntos. Un triunfo de los coruñeses colocaría el golaveraje a favor de los nuestros en caso de posible empate a puntos. Una ocasión de continuar por la senda de los triunfos y alejarse del peligro.
El Depor deberá ajustar los problemas que la baja de Somma ha dejado en la defensa. Peru es el llamado a ocupar su lugar y tiene carácter, liderazgo y solvencia para suplir su ausencia. En el resto de las líneas se espera continuar con la pujanza que tiene el equipo para llegar a la portería rival con peligro.
Por último, volver a solicitar el apoyo de la grada para conseguir una nueva victoria. La derrota en la Romareda no hace más que resituar al equipo en sus objetivos y pelear a fondo por la permanencia.
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