Un gol de Toni Lato en propia meta a diez minutos del final dio la victoria al Atlético de Madrid en Valencia (0-1) en un partido en el que llevó la iniciativa, controló el juego y apenas dio opción al rival.
El Valencia estuvo más firme en defensa que en otros encuentros, pero le faltó capacidad para marcar el ritmo del partido y, especialmente, de llegada ante la meta del Atlético, además de tener el infortunio de marcar en propia puerta.
El Atlético de Madrid fue más protagonista que el Valencia ya en el primer tiempo, en el que fue capaz de jugar cerca de la meta de Jaume Doménech y de impedir que su rival se aproximara a la de Oblak.
Su control del juego le permitió disponer de algunas opciones de gol, pero casi siempre con disparos lejanos que el portero local neutralizó con acierto.
Ante este fútbol-control del equipo de Diego Simeone, el Valencia trataba de encontrar su espacio a base de balones largos hacia las bandas, pero casi nunca conseguía generar ataques con una cierta entidad.
En ese contexto, un par de buenos remates de Lemar y una ocasión de Racic ante la meta atlética fueron las situaciones más notorias de cara a puerta.
A diferencia de lo visto en partidos precedentes, el orden defensivo fue la principal virtud en la primera parte del conjunto de Javi Gracia, que concedió muy poco ante un rival que acompañaba su solidez defensiva con la voluntad de buscar la meta rival, aunque sin acierto.
Pese a ello, Lemar tuvo una opción clara de gol que desbarató Wass (m.53) justo en el momento en el que Guillamón debió ser sustituido por lesión y vio una tarjeta que le supone suspensión.
Con media hora de juego por delante, el equipo que buscaba el gol era el Atlético de Madrid y a la presencia de Joao Félix se unió la de Carrasco en una clara apuesta ofensiva de Simeone.
El Valencia apenas tenía opciones de salir al contragolpe ante un rival que se mostraba superior y sus llegadas a la meta de Oblak fueron esporádicas.