El Deportivo reubicará a 9.600 abonados en el partido del próximo lunes ante el Granada por las obras que se están ejecutando en las cubiertas del estadio Abanca-Riazor.
A los 8.564 socios que tuvieron que cambiar de localidad en el primer encuentro que el Deportivo disputó como local, ante el Sporting de Gijón en la cuarta jornada de LaLiga 1/2/3, se suman otros 1.036.
Esos más de mil aficionados pudieron ver el partido con el Sporting desde la grada de Marathon Impar, pero, si quieren presenciar el choque con el Granada, tendrán que retirar una entrada para verlo desde otra ubicación.
Como ante el Sporting, no se despacharán entradas para el público y la única forma de acceder al estadio es darse de alta como abonado del Deportivo. 
Prácticamente la mitad de la masa social herculina no podrá presenciar la sexta jornada de Liga desde su butaca, puesto que a día de hoy el RC Deportivo sobrepasa los 21.500 abonados.
El RC Deportivo destacó esta semana que, al igual que frente al Sporting de Gijón, las gradas de Preferencia y Tribuna estarán al cien por ciento disponibles para la afición deportivista.
Aunque en principio el Ayuntamiento de A Coruña había establecido  como plazo para el final de las obras en las cubiertas la cuarta jornada de Liga, programada para el 9 de septiembre, los trabajos realizados se han demorado hasta el punto de tener que tomar medidas de reubicación que han perjudicado notablemente los intereses del club más representativo de A Coruña, que por ejemplo, no ha podido despachar localidades para el Deportivo-Sporting. Este envite suele arrastrar a miles de ‘fans’ asturianos, que dejaron de ingresar cerca de un millón de euros en la urbe herculina, según estimaciones de los hosteleros coruñeses.
Desde María Pita confían en que la normalidad total en cuanto a la ocupación entera de Riazor pueda producirse en el encuentro correspondiente a la octava jornada de la Liga, el Deportivo-Málaga, que se dipsutará el próximo 7 de octubre a las 18.00 horas.
Sin embargo, las dudas en el entorno deportivista se suceden en relación a la conclusión de una obra que dio inicio el pasado mes de mayo —concretamente el día 19—.
Cuatro meses después del comienzo de la actividad en el coliseo coruñés, la afición blanquiazul todavía está sufriendo molestias por el incumplimiento de un plazo que inicialmente había sido estimado en tres meses.
El presupuesto de esta reparación y sustitución de las cubiertas había sido fijado en 7,2 millones de euros, una cantidad sufragada por el Ayuntamiento de A Coruña. l