Después de un inicio de liga complicado tras realizar cambios importantes en la plantilla y en el cuerpo técnico, el Victoria CF ha llegado a la recta final del campeonato con opciones reales de ascenso a Primera B. Se ha ganado por méritos propios el derecho a soñar.
Las ‘cebras’ han dejado atrás la décimo novena jornada de Segunda División y se encuentran a cuatro puntos de la cuarta plaza, que da derecho a competir en Primera B la próxima temporada.
La mala noticia para las blanquinegras es que hay muchos equipos peleando por el mismo botín: Friol (40 puntos), Racing de Santander (35), Sporting de Gijón (34), Atlántida Matamá (32), Victoria CF (31) y Victoria FC (27) son los clubes que sueñan con la tercera y la cuarta plaza, si bien las dos primeras se las repartirán el Deportivo y el Oviedo.
No obstante, la buena noticia para el Victoria es que depende de sí mismo para recortar distancias con tres de esos rivales directos. Algo por lo que luchará en las próximas semanas ya que se enfrentará a Matamá, Friol, Monte y Racing de Santander de forma consecutiva. Cuatro finales y un indudable objetivo: Primera B.
Toño Rodríguez, entrenador del Victoria, también lo tiene claro: “Desde el partido del Valladares, tras la derrota en casa contra el Sporting, el vestuario lo tiene claro: nos quedaban nueve finales. Dos de ellas las hemos solventado con éxito, ahora hay que seguir. En esta liga en la que hay un margen de error tan corto, debido al número de jornadas (26), no puedes estar a expensas de terceros”, reconoce el técnico de las ‘cebras’.
Toño admite que en los próximos cuatro partidos se juegan gran parte de sus opciones de ascenso: “Tenemos que hacer los doce puntos para depender de nosotras mismas. Probablemente hacer diez o nueve nos mantendrían en la pelea por el ascenso”.
Primer escollo
El primer obstáculo que se le presenta al Victoria es el Matamá a domicilio. A Toño no le preocupan las dimensiones y características de Penedo da Moo, feudo vigués.
“Creo que somos un equipo que se aclimata bien al contexto cambiante que solicita la competición. Cada semana preparamos los partidos en las dimensiones que nos vamos a encontrar el fin de semana. Al final, como se suele decir, el campo tiene las mismas dimensiones cuando atacan ellas que cuando atacamos nosotras”, concluye Toño.