El entrenador del Deportivo compareció en la sala de prensa de Son Moix abatido. José Luis Martí no pudo celebrar el ascenso del conjunto coruñés. Que subiera el equipo de su ciudad no le supuso un alivio. 

“Desde luego no es lo que esperábamos. Los chicos se vacían, lo dejan todo, pero no es el resultado que deseábamos, el que veníamos a buscar, el que la afición necesitaba, el que estos jugadores se merecían y nos vamos sin lo que queríamos”, comentó el preparador deportivista en rueda de prensa.

En una comparecencia fugaz, de apenas tres minutos, justificó el planteamiento a pesar de que el equipo se pasó casi todo el partido defendiendo y el centro del campo no ayudó a contener el empuje balear.

“La sensación puede ser esa pero en los primeros 15 minutos hemos entrado mejor, llevamos el peso, tuvimos un posible penalti y un gol anulado, y después, a raíz del gol, hemos sufrido más, pero por el empuje del rival, no por la idea del inicio”, señaló.
Indicó que meterse atrás fue cosa del Mallorca. “El rival juega, te somete, te exige y a medida que te exige vas retrocediendo metros”, comentó el exjugador del Mallorca.
Insistió en las ocasiones que tuvo el Deportivo para llevarse la eliminatoria y el ascenso a Primera División. Se quedó en la orilla después de haberse colado en la lucha por subir.

“En la segunda mitad hemos tenido una de Quique y el último de Pablo, pero al final el rival te somete”, señaló el técnico deportivista.

Fue preguntado por su futuro, ya que su contrato establecía la continuidad automática en caso de ascenso. “Es el último partido porque es el último que he dirigido. No sé que va a pasar en un futuro”, sostuvo.

También se le cuestionó sobre si hubo exceso de confianza. “No lo creo. Simplemente teníamos muy claro que había que hacer un gol, tuvimos una ocasión muy clara de Borja, el gol anulado y el posible penalti a Borja... El equipo entró mejor que el rival”, arguyó.

Aun así, “poco” bagaje, como reconoció. “No generamos muchas y las que generamos fueron al final. La de Quique y la de Pablo, que nos pudo dar en el último segundo el ascenso”, incidió.

El técnico confesó estar “más que destrozado”, pero “orgullosísimo del esfuerzo que han hecho” los jugadores. “Me han demostrado que son valientes, espectaculares, ambiciosos y se quedan sin un premio que merecían”.