El FC Barcelona se ha alejado un poco más de la posibilidad de revalidar su título liguero después de empatar este domingo en su visita al Villarreal (1-1), un resultado que podría haber sido aún peor para el equipo azulgrana sin la genialidad de Leo Messi, autor del empate con un libre directo magistral en el minuto 89.
Tras su derrota copera en San Mamés, el Barça volvió a tropezar en el renombrado Estadio de la Cerámica, que estrenó su denominación con un partido vibrante en el que el Villarreal estuvo a punto de llevarse el triunfo.
A falta de una jornada para cerrar la primera vuelta, el Barça cae al tercer puesto y se queda a 5 puntos del Real Madrid, que tiene un partido menos -el duelo aplazado ante el Valencia- y que ya es matemáticamente campeón de invierno.
Luis Enrique planteó un equipo con dos novedades, Digne en defensa y André Gomes en la medular, mientras que Fran Escribá propuso un ordenado 4-4-2 con su equipo replegado, regalando la posesión al rival y esperando una oportunidad al contraataque que llegó y supo aprovechar.
Fue nada más iniciarse la segunda parte, cuando el 'Submarino' armó un contraataque con apenas dos pases, el segundo perfecto de Pato hacia Nicola Sansone, que ajustó el balón al palo e hizo inútil la estirada de Ter Stegen. El séptimo gol liguero del italiano acercaba al Barça al naufragio.
El equipo azulgrana amasó la pelota y se acercó al área de Sergio Asenjo, pero solo logró marcar a balón parado. Ni Neymar, que lleva más de tres sin marcar en Liga, ni Luis Suárez, que dispuso de una buena ocasión atajada por el portero palentino, brillaron en ataque y su equipo lo pagó con su quinto empate en la competición.
MESSI AL PALO Y DOS PENALTIS AL LIMBO
Antes de exhibir su magia en el lanzamiento de falta anotando por la escuadra, Messi pudo marcar en el minuto 73, cuando estrelló el balón en el palo en la mejor ocasión visitante, pero apenas pudo inquietar más. Acto seguido, Iglesias Villanueva cobró protagonismo al 'tragarse' dos penaltis en apenas un minuto, uno en cada área, por sendas manos de Bruno Soriano y Javier Mascherano.
Luis Enrique quemó las naves metiendo a Arda por Digne y dejando defensa de tres ante la escasa ambición ofensiva que el Villarreal mostró en los compases finales, pero la acumulación de atacantes no se tradujo en ocasiones claras.
Así, el Barça se tuvo que conformar con un empate imprevisto a la vista de su estupendo arranque de partido, frente a un rival que acabó con diez por la expulsión en el descuento de Jaume Costa y lamentando la lesión de Mateo Musacchio, quien se rompió la muñeca tras una caída en mala posición. El equipo castellonense se queda a un punto de puestos 'Champions', frontera que marca el Atlético de Madrid.