El Barcelona despidió la primera vuelta de LaLiga con una victoria sin brillo -la sexta consecutiva- ante el Eibar (3-0), lo que le consolida como líder destacado de la competición.
El equipo guipuzcoano hizo un partido más que digno en el Camp Nou, pero encajó su novena derrota en nueve partidos ante el conjunto azulgrana, todas ellas por dos o más goles de diferencia.
El Eibar salió a buscar al Barça arriba, ejerciendo una prisión asfixiante con la convicción que solo tienen los equipos de Mendilibar. Solo un tuya-mía de Luis y Suárez y Coutinho, que el charrúa culminó con un preciso tiro cruzado, rompió la defensa visitante para colocar el 1-0 a los 19 minutos. Durante muchos minutos, los visitantes lograron que el partido se jugara en el campo azulgrana y que Barça no saliera con el balón jugado desde atrás, pero tampoco fueron capaces de generar peligro. Un cabezazo de Sergi Enrich que se marchó cerca de la escuadra de Ter Stegen fue todo el bagaje ofensivo visitante antes del descanso.
El Barcelona, con un fútbol indolente y falto de ritmo estaba convencido, como así fue, de que la victoria llegaría por inercia. Llegó por la inercia goleadora de Messi, que hizo su tanto 400 en Liga, tras culminar con la zurda otra combinación entre Coutinho y Luis Súarez.