Once bajas, cinco altas y tres renovaciones son los movimientos que hizo el club azulgrana en verano con el objetivo de construir un nuevo proyecto deportivo, tras el fiasco absoluto en el diseño de la plantilla de las dos últimos años.
La entidad ha mostrado la puerta de salida a tres jugadores marginales, el base Phil Pressey, el escolta Marc García y el ala-pívot Alexander Vezenkov.
Tampoco siguen tres habituales en el curso anterior: el escolta Peteri Koponen, el alero Rakim Sanders y el ala-pívot Adrien Moerman. Ni el escolta Juan Carlos Navarro, a quien el Barça ha decidido jubilar, pese a que el capitán, a sus 38 años, quería jugar una temporada más.
Muchas caras nuevas
Para volver a ser respetado en Europa, el Barcelona ha fichado a al base canadiense Kevin Pangos, que el curso pasado brilló con el Zalgiris Kaunas; dos tiradores como el esloveno Jaka Blazic (Andorra) y el estadounidense Kyle Kuric (Zenit San Petersburgo); al que debe ser su gran estrella en esta campaña, el ala-pívot estadounidense Chris Singleton (Panathinaikos); y al ucraniano Artem Pustovyi (Obradoiro), que llega para reforzar el juego interior del equipo mientras Kevin Séraphin ultima su puesta a punto tras una grave lesión.
En las tres últimas campañas han pasado por el banquillo Xavi Pascual, Georgios Bartzokas, Sito Alonso y Svetislav Pesic y el Barça solo ha ganado dos trofeos domésticos menores: la Supercopa ACB 2015 y la Copa del Rey 2018. Renovado Pesic, el club también ha extendido el contrato del escolta Pau Ribas y del pívot Ante Tomic.
Tras empezar la temporada perdiendo en semifinales de la Supercopa ante el Baskonia y ganando sus tres primeros partidos de la ACB, el Barça inicia la Euroliga con la motivación extra de intentar mejorar los dos cursos precedentes.
El rendimiento de los azulgranas, que de nuevo han tenido que renovarse de arriba abajo para intentar volver a la élite continental, es una incógnita un año más.
